El presidente checo se une al polaco y no ratificará el Tratado de Lisboa

Efe

A CORUÑA

03 jul 2008 . Actualizado a las 02:21 h.

El presidente de la República Checa, Vaclav Klaus, considera imposible proseguir con la ratificación del Tratado de Lisboa, según un comunicado difundido ayer por el castillo de Praga, con lo que se suma a la postura anunciada por su homólogo polaco, Lech Kaczynski, quien había anunciado el día anterior que carecía de sentido ratificar el documento, ya aprobado por el Parlamento de su país, debido a la difícil situación institucional que se ha creado tras el no en el referendo celebrado en Irlanda.

«El presidente de la república [Checa] Vaclav Klaus mantiene su opinión de que no es posible continuar hoy con la ratificación del Tratado de Lisboa», indicó en esa declaración el portavoz presidencial, Petr Macinka. Klaus considera la «postura del presidente Kaczynski sobre el Tratado de Lisboa muy razonable y próxima a la suya», añade el texto.

El Senado checo mandó al Tribunal Constitucional el acuerdo suscrito en Lisboa por los 27 líderes comunitarios durante la presidencia portuguesa de la UE. Praga tenía previsto ratificar el documento antes del 2009, cuando tomará el relevo de Francia al frente de la presidencia semestral de la Unión.

Tras el no de Irlanda, el jefe del Ejecutivo de coalición checo, Mirek Topolanek, indicó que el Tratado no entrará en vigor el 1 de enero del 2009, pero no por ello la presidencia checa de la UE será de menor valor.

El nuevo pronunciamiento supone otro contratiempo para la diplomacia francesa, país que acaba de asumir la presidencia de turno de la Unión Europea (UE) y que ha hecho de la ratificación del documento comunitario un tema prioritario para este semestre. Sin embargo, a la hora de cerrar esta edición, ningún responsable galo había reaccionado al anuncio del presidente checo.

Cabe recordar que el ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, había reiterado el martes en París la advertencia de Sarkozy a Praga de que no ratificar el Tratado de Lisboa sería contraproducente para los mismos checos, porque las nuevas ampliaciones, que ellos pretenden, serían, de facto, imposibles. La República Checa ha confesado su afán porque Croacia acceda a la UE, pero las ampliaciones requieren la unanimidad de los socios, y Francia -y posiblemente otros Estados miembros también- dirá no si el Tratado no es ratificado.