La curva de los conejos registró en un año seis muertos y 26 heridos

A CORUÑA

15 abr 2008 . Actualizado a las 11:49 h.

Es la curva más nombrada de Galicia. La que más sale en los periódicos. Y no por nada bueno. Su fama es mala y se la ha ganado a pulso, pues no existe en Galicia otro tramo más peligroso para el conductor. Los números lo dicen todo: en el último año se han registrado seis muertes y 26 heridos graves.

La curva de los conejos, que así se llama por la numerosa población de estos mamíferos roedores existente en la zona, se encuentra a escasos cien metros del Quinto Pino, en el kilómetro cuatro de la carretera AC-552, la vía gallega en la que más accidentes mortales se registraron el año pasado. Tiene limitada la velocidad a setenta, con una señal bien visible. Tanto, como el resto de indicadores que advierten a los conductores de su presencia. Pero de poco sirve. La Guardia civil solo puede culpar a la velocidad de su alta siniestralidad -surge tras una larga recta en pendiente-. Aunque el Concello de Arteixo también carga las tintas contra Fomento, al que responsabiliza en parte de la alta siniestralidad al no haber introducido jamás mejora alguna. De hecho, una de las primeras exigencias que puso sobre las mesas de Fomento y de la Xunta el actual gobierno local fue la de introducir mejoras en el tramo. Todavía no hay respuesta.

Siniestro tipo

La gran mayoría de los accidentes que se producen en esta curva son por invasión del carril contrario. El retrato robot del siniestro tipo en este tramo es de de un vehículo que circula en dirección a A Coruña, pierde el control al llegar a la dichosa curva por exceso de velocidad y colisiona frontolateralmente contra otro automóvil que circula en dirección contraria. Así fueron la gran mayoría de los accidentes mortales o con heridos registrados.

La solución pasaría por eliminar la curva, actualmente de noventa grados. Según fuentes de Tráfico, la obra más barata consistiría en levantar en la zona un pequeño viaducto en el margen izquierdo en dirección a A Coruña. Es el precio que hay que pagar para salvar muchas vidas. Seis en un año.