El primer depósito de agua de la ciudad cumple cien años
11 dic 2007 . Actualizado a las 11:50 h.Hace un siglo empezó a operar el primer depósito de aguas de la ciudad, y ahí sigue, en el mismo sitio, viendo pasar el tiempo. Y en activo. Ahora camuflado bajo un jardín y una plaza, el depósito de la calle Vereda del Polvorín sigue cumpliendo una función fundamental. «Toda el agua que consume el barrio de Monte Alto pasa por este depósito. Se bombea desde el antiguo al nuevo, el llamado El Vigía», informan fuentes de Emalcsa, la empresa concesionaria del suministro del agua. El Vigía es la elevada infraestructura, operativa desde 1982, que domina el paisaje del barrio, compitiendo con la torre de Hércules.
Hace cien años y unos días, en concreto el 29 de noviembre de 1907, La Voz informó así del acontecimiento bajo el titular La traída de aguas . «El contratista del acueducto número 10 de la traída de agua, D. Juan G. Fraga, festejó ayer por la mañana con el disparo de bombas los ensayos de salida de agua de aquel acueducto y la entrada en los tubos de distribución a las distintas cañerías de La Coruña. Las bombas hicieron congregar a numerosas personas, que hubieron de celebrar el feliz acontecimiento. Por la tarde se llenó felizmente el depósito de Monte Alto, reuniéndose ahí con tal motivo muchas personas», recogía la noticia.
El agua acababa de llegar a las casas de la ciudad, sin necesidad de ir a buscarla. Hasta entonces, había que ir a por ella a las fuentes y llenar las sellas. En el libro Cien años de la historia de la traída , firmado por Carlos Nárdiz y Carlos Valeiro, se explica que el centenario depósito de agua de Monte Alto «se construyó siguiendo el proyecto de aprovechamiento de aguas del río Barcés [un afluente del Mero], con la única variación de la cubierta, construida plana en hormigón armado en sustitución de la anterior cubierta de bóvedas de cañón».
A 40 metros sobre el mar
Apuntan los autores que la estructura «se situó en la cola de la conducción principal inicial de distribución, en el barrio de Monte Alto, a la cota de 40 metros sobre el nivel del mar». Ofrecen detalles arquitectónicos sobre el depósito: «Su planta es rectangular y su capacidad de 8.000 metros cúbicos, la necesaria para repartir el caudal medio diario previsto en el proyecto». La cota a la que se colocó «era suficiente para proporcionar agua a prácticamente toda la ciudad, con la única excepción del grupo de calles de Atocha Alta, que desde el proyecto de Yáñez se habían considerado de poca importancia presente y futura».
Lamentan los autores del libro que sobre su cubierta se construyese muchos años después «un área ajardinada que ha dado un uso público al espacio ocupado por el depósito, pero que, sin embargo, ha dejado oculta la estructura del mismo, que tiene un interés histórico para la ciudad, al ser el primero que se construyó».