Las llamas que se iniciaron a las dos menos cuarto de la tarde de ayer en el entorno de Penamoa amenazaron primero el barrio del Ventorrillo y el monte de San Pedro y después cercaron un taller y obligaron a desalojar a siete personas residentes en tres viviendas unifamiliares del lugar de Comeanda, cercano a Bens. El despliegue de las fuerzas de extinción y de seguridad fue muy numeroso y permitió que a las cinco se diese por sofocado el incendio. Los bomberos de A Coruña, uno de los integrantes del operativo, regresaron a la base media hora después.
El fuego, que se originó por causas por ahora desconocidas, avanzó desde las cercanías del lugar de Penamoa hasta los dos depósitos de agua de la zona, que fueron rodeados por las llamas. En ese primer momento se llegó a quemar una línea eléctrica que abastece una antena de telefonía móvil; operarios de Cobra restablecieron el servicio con rapidez una vez extinguido el incendio. El fuego avanzó hacia el barrio del Ventorrillo y el mayor parque de la ciudad, el monte de San Pedro. Sendas carreteras ejercieron de cortafuegos, lo que, combinado con la labor de los operarios desplazados a la zona, hizo posible que la amenaza pasase de largo en estos puntos.
Hacia el sur
Pero las llamas siguieron avanzando en dirección sur hasta llegar al lugar de Comeanda, donde rodearon las instalaciones de Talleres Hércules. Los trabajadores de esta empresa regaron el entorno de la nave e impidieron que la alcanzase el fuego. No consiguieron evitar que fuesen pasto de las llamas cinco casetas de obra que se hallaban en el exterior del recinto.
En otro frente de la misma zona, los bomberos derribaron el portalón metálico de un solar donde estaban aparcados varios tráileres y vertieron gran cantidad de agua para evitar que las llamas quemasen estos vehículos articulados.
Efectivos
En el operativo participaron dos helicópteros -que acarrearon acarrearon agua desde el estanque del monte de San Pedro- y varias cuadrillas de Medio Rural dotadas con motobombas, que fueron las primeras en llegar; los bomberos de A Coruña y miembros del servicio contraincendios de Cambre; Protección Civil de A Coruña; ambulancias de la Cruz Roja y el 061; policías nacionales, locales y autonómicos; y la Guardia Civil de Tráfico.
El trabajo no acabó para todos a las cinco de la tarde, cuando las llamas se dieron por extinguidas. «Ahora viene lo peor. Tenemos que enfriar todo para que el fuego no se vuelva a reproducir», anunció un mando de una de las cuadrillas de la Consellería de Medio Rural.
Según datos proporcionados por los bomberos coruñeses, ardieron cerca de tres hectáreas.