El Concello fisterrán quiere dar un uso turístico a la célebre sirena del faro

Santiago Garrido Rial
S. G. RIAL CARBALLO / LA VOZ

FIRMAS

La Autoridad Portuaria negocia con el ejecutivo local las condiciones de uso

04 ene 2012 . Actualizado a las 05:43 h.

La sirena del faro de Fisterra está muda desde hace algo más de un año. Desde mediados del 2010, los marineros ya no escuchan su potente sonido característico, similar al mugido de una vaca, razón por la que todo el mundo en la localidad la denomina así, la vaca de Fisterra.

La bocina, que suena gracias a las dos trompetas de cobre situadas en la parte posterior del edificio de atrás del faro, era la última de la Costa da Morte, y de las pocas de Galicia, que estaban activas, ayudando a los marineros a orientarse en los días de niebla. No tanto a los barcos de cierta envergadura, cuyo equipamiento solventa de sobra ese sonido, sino a los pescadores que emplean sus lanchas para las luras, por ejemplo.

La situación podría cambiar en breve. El Concello negocia con la Autoridad Portuaria de A Coruña, titular del faro, el uso esporádico y turístico de la sirena. Dada la fama de las dos trompetas de cobre, el alcalde, José Manuel Traba, cree que sería un buen reclamo para los visitantes y una manera de conservar una herencia sonora centenaria, a la que varias generaciones de fisterráns están acostumbrados. Desde la Autoridad Portuaria confirmaron ayer que el asunto está en estudio, y con buena disposición al entendimiento. Ahora hay que llegar a un acuerdo: cuándo se usaría, por parte de quién, cuántas veces, el mantenimiento...

En principio, indica Traba, ya se descartaría su uso en días de niebla, precisamente para no inducir a error en los pesqueros. Seguramente en días claros, con aviso previo para que los interesados puedan acudir a escucharla, igual que en verano suben al faro centenares de personas cada día para admirar las puestas de sol. La letra pequeña tiene aún que escribirse, pero los folios del contrato entre las dos Administraciones ya están sobre la mesa.