Como consecuencia de la profunda crisis económica que estamos atravesando, las tasas de desempleo se están disparando en todo el continente europeo y, en especial, en España. Las cifras son conocidas por todos: mientras en octubre el paro en Europa estaba en el 9,7 %, el más elevado en décadas, en la zona euro era algo superior, el 10,2 %. En España se elevó hasta el 22,6 %, casi dos veces y media la tasa europea.
Si acercamos el foco a nuestra realidad, Galicia está en este aspecto casi 8 puntos por encima de la media de Europa. El porcentaje del 17,5 % de parados es, sin embargo, inferior en 5 puntos a la tasa española. Todo cambia, y a peor, si nos centramos en el grupo de edad más castigado por el desempleo: el de los menores de 25 años. En Europa, uno de cada cuatro jóvenes no encuentra trabajo, pero este porcentaje se dispara hasta el hasta el 43,5 % en España. Nuestra mala situación es, en gran parte, la responsable del elevado paro juvenil en el continente.
¿Qué ocurre si nos detenemos en un municipio rural, costero y gallego como Camariñas? Las cosas no están mucho mejor: la tasa de paro es del 27,5 %, casi cinco puntos más que la española, pero la juvenil es algo más baja, del 42 %. Recientemente, un grupo de jóvenes de Camariñas ha compartido en Suecia sus problemas de desempleo con muchachos de cinco ciudades europeas. Por ejemplo, en territorio sueco la tasa de paro juvenil no llega al 25 %, sin embargo, la ciudad anfitriona del encuentro pasa también del 40 %.