Unas 1.400 personas participaron en la comida y el baile
24 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.No se amilanaron. La lluvia caía fuera cada vez con más fuerza mientras dentro de la carpa de la plaza de España la música sonaba y los mayores del municipio disfrutaban de su día. El temporal y la alerta naranja por viento e intensas precipitaciones no pudo con las ganas de pasarlo bien de los ribeirenses de más edad que ayer participaron en la Xuntanza dos Maiores de la villa.
La jornada comenzó hacia las 12.30 horas con una misa en la parroquia de Santa Uxía. Hacia las 13.30 horas, los participantes se desplazaron a la carpa donde iba a tener lugar la comida y posterior fiesta, donde se dieron cita más de 1.400 personas deseosas de dar buena cuenta de un suculento menú a base de buey de mar, langostinos, merluza frita, ternera asada y deliciosos postres.
Inundación
Solo una pequeña inundación derivada de la intensa lluvia -los sumideros no fueron capaces de tragar la ingente cantidad de agua- empañó durante un rato los festejos, pero la rápida reacción de los miembros del Grumir, que achicaron el agua con una bomba, consiguió arreglar el desaguisado en el interior de la carpa.
Una vez el estómago estuvo lleno y solucionados los incidentes derivados del chaparrón, los participantes comenzaron a disfrutar del baile. La orquesta Salsa Rosa fue la encargada de poner la música para que los más marchosos pudiesen disfrutar de una buena tarde de baile. Tanto, que estaba previsto que la fiesta de extendiese hasta las 21.00 o 22.00 horas.
Además, se vendieron rifas solidarias para ayudar a la pequeña Paula, la niña que nació sin sacro. En total, los asistentes adquirieron 1.800 papeletas, por lo que la niña boirense cuenta con 1.800 euros más para costearse el tratamiento que sigue en Alemania.