Representantes de Edgewater y vecinos de Corcoesto analizan el plan para la mina
CARBALLO
Representantes de Edgewater, propietaria de la mina de oro de Corcoesto, mantuvieron ayer por la tarde una reunión con unos 70 vecinos de la parroquia cabanesa para explicarles el proyecto que pretenden llevar a cabo en el yacimiento. El gerente, Lluis Boixet, fue el encargado de presentar la iniciativa. Después de media hora de análisis, llegó el turno de las preguntas. Tres puntos centraron el debate: el uso de cianuro en el tratamiento y manipulación de oro, el empleo que generaría la actividad en la comarca y las posibles expropiaciones de viviendas, al tratarse este de un yacimiento a cielo abierto.
En todo momento, los representantes de la empresa Edgewater quisieron dejar claro que todo se realizaría según la normativa vigente: desde el depósito del aval para la restauración del paisaje una vez caduque la vida útil de la mina (10-12 años); la constitución de un seguro legal de responsabilidad medioambiental en caso de vertidos incontrolados, y la puesta en marcha de balsas herméticas para evitar filtraciones a la tierra. Sin embargo, un grupo de vecinas mostraron sus recelos ante ante la puesta en marcha del proyecto y algunas de sus consecuencias. Entienden que puede existir un riesgo de que se produzca sucesos como los de Aznalcóllar en 1998. Sin embargo, Lluis Boixet lanzó un mensaje tranquilizador de que eso «no ocurrirá en Corcoesto».
En la reunión también se habló de empleo. Boixet dijo que cuando el yacimiento se encuentre al 100 % pueden estar trabajando más de 100 personas, además de las contrataciones que se puedan dar en la industria auxiliar.
Expropiaciones
El gerente señaló que la futura explotación será a cielo abierto, lo que suscitó la preocupación de algún vecino, que preguntó si esta modalidad de trabajo conllevaría la expropiación de viviendas. Boixet contestó que «en principio no está previsto». Y añadió: «Las betas importantes están lejos de los núcleos de población», aunque precisó que habrá que esperar a la presentación del proyecto para determinar si se llevarán a cabo expropiaciones, o no.