La Capilla Sixtina de Porto do Son abrió sus puertas al público

raquel iglesias RIBEIRA / LA VOZ

CARBALLO

Dimas decoró con su obra el templo de Foloña, en el hotel Val de Nebra

29 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Gracias al trabajo de Manolo Dimas (Caracas, 1959) Porto do Son puede presumir de tener la Capilla Sixtina gallega de la modernidad. Un año le ha costado al artista decorar los murales del templo de Foloña, en el Hotel Rústico Val de Nebra, que ahora lucen como si de un tesoro se tratase.

El coleccionista y propietario de las instalaciones, Javier Expósito, que a la vez dirige el Museo del Grabado de Ribeira, encargó a Dimas esta misión, en la que la técnica del acrílico y la serigrafía son las que predominaron a la hora de la creación. La inspiración le vino al artista escuchando música barroca que el sábado, en la inauguración de su trabajo, revivieron Anai González Lago, con la clave, y Francisco Luengo, experto en la viola de gamba. Bach fue el músico al que sus notas homenajearon y el que contribuyó a crear un ambiente de lujo en el acto.

Los detalles de la obra varían según la parte que observe el visitante -el templo está abierto al público-, y entre ellos pueden diferenciarse motivos marineros, como las alusiones al Arca de Noé o la estampa de una bella mujer navegando sobre tritones.

Pero si hay que escoger una temática central esa es la de los batanes, lugares en los que se lavaba la lana de los corderos, y que dan el significado a la palabra Folonia. El Buen Pastor o la Virgen de los Corderos son así algunas de las imágenes protagonistas. Cabe destacar también la sensación celestial que dará al visitante un repaso de la zona superior de la capilla sonense.

El arte contemporáneo se une en armonía a la tradición de la imaginería religiosa.

Próximos retos

Expósito ha mostrado su satisfacción con la obra, que ya encandiló a los primeros visitantes, y anima a barbanzanos y a turistas a conocerla. Una vez inaugurado este trabajo, Manolo Dimas ya tiene en mente nuevos retos, como la presentación de algunas de sus obras en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Pontevedra, junto con Iziar Izquieta. En la Facultad de Bellas Artes de esta ciudad imparte clases, compartiendo así su talento.