El Concello de Fisterra quiere poner en marcha el cementerio

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CARBALLO

Premiado en todo el mundo, acumula casi 13 años de abandono

19 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El famoso y muy premiado internacionalmente cementerio municipal de Fisterra, diseñado por el arquitecto César Portela en la ladera este del Monte do Cabo, parece que finalmente va a poder estrenarse. Dentro de pocos meses se cumplirán 13 años del remate de las obras de lo que iba a ser solo la primera fase, y en este tiempo no ha habido ningún avance, más que peñas polémicas, debates plenarios, líos administrativos sobre las titularidades de terrenos y servicios, recepción de la Diputación (fue la que pagó las obras) al Concello y alguna declaración sobre la necesidad de ponerlo en marcha. No ya tanto por dar sentido a una inversión pública, que también, sino porque Fisterra necesita un segundo cementerio, dada la situación de abarrote del parroquial.

El alcalde, José Manuel Traba, dijo ayer que ya es hora de acometer las obras que permitan su apertura. O, al menos, estudiarlo todo en detalle. Y empezando por lo básico. En primer lugar, el arreglo de la carretera que le da acceso, desde la curva de Cabanas, en la carretera del faro. En segundo lugar, la conexión de agua, que «non tería problema porque pasa ao lado». También mediante el desarrollo de la ordenanza que permita la venta o alquiler de los nichos. Ahora son 168, repartidos en catorce cubos de hormigón de 3,30 x 5 x 3,30 metros, pero para garantizar un mínimo de rentabilidad son precisos más. Existe mucho interés por parte de personas ajenas al Concello de comprar nichos en la zona, pero Traba prefiere dar prioridad a los fisterráns, por ejemplo, con un mínimo de cinco años de empadronamiento.

El alcalde asegura que lo que no quiere es crear un servicio que genere mucho déficit: «Vai haber uns gastos elevados, en mantemento e vixilancia, así que temos que estudalo todo ben», explica. Eso incluye la iluminación nocturna y un posible cierre perimetral, cuestiones que en el desarrollo inicial del proyecto de Portela no estaban contempladas. ¿Y ahora? El arquitecto, que también es el responsable del plan director del Monte do Cabo, pagado por la Xunta (por cierto, que también acumula retrasos en su presentación, anunciada para principios de este año y aún sin fecha), y el alcalde, hablarán de manera inminente sobre el asunto. Portela dijo ayer que quería llamarlo ya hoy para concertar una cita, muy contento de que por fin se den los pasos para inaugurar una de sus creaciones más representativas, que aparece destacada en innumerables libros de arquitectura y plagada de reconocimientos, pero que en Fisterra ha tenido mala suerte durante más de una década. Las excusas y razones alegadas en este tiempo han sido varias: desde la falta de dinero para continuar las obras hasta el escaso interés de los vecinos, pese a que desde la asociación local Costa da Morte (su presidente formaba parte del ejecutivo tripartito cuando se aprobó) se insiste en la necesidad de ponerlo a funcionar ya.