El Ayuntamiento asegura que con el PXOM todos serán legales
29 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Una nueva sentencia del TSXG desestima el recurso del Concello de Fisterra contra la decisión del Contencioso de anular la licencia a una promoción en la Anchoa. Es el último fallo de los nueve casos que estaban en litigio desde que en el año 2007 la Xunta denunciara las presuntas irregularidades en otras tantas promociones.
El tribunal confirma ahora que el inmueble levantado en ese lugar por la empresa Campoalsa no tiene derecho al permiso municipal, de nuevo empleando el argumento de la calificación del suelo. «El carácter de urbano no consolidado -es necesario que sea consolidado para poder edificar- del suelo destinado a la edificación prevista en el proyecto para obtener la licencia deriva claramente del hecho, que no es objeto de discusión, de no contaba con la instalación de saneamiento suficiente, cuyo establecimiento no puede considerarse, por su importancia, como una obra accesoria de escasa entidad», dice el juez.
El alcalde, José Manuel Traba, recuerda que es un caso similar a los otros nueve enjuiciados y en los que en dos casos se dio la razón al Ayuntamiento, en seis a la Xunta y en uno la obra se podía legalizar haciendo pequeñas modificaciones. En todos ellos, explica Traba, el saneamiento estaba aprobado desde hacía años, pero todavía no se había ejecutado en el momento en el que se estaban realizando las obras. Ahora todas esas viviendas cuentan con él.
La sentencia es firme y contra ella no cabe recurso ordinario. Aun así el regidor sostiene que ninguno de los edificios en cuestión tendrá ningún problema. La Xunta ya avanzó en su día que no pediría demoliciones. Lo que queda ahora es legalizarlos.
El alcalde explica que no es un caso similar al de Barreiro, donde se construyeron inmuebles en grandes parcelas vacías y sin los servicios necesarios. En la Anchoa ya había viviendas -en concreto 70- que iban a recibir el saneamiento, por lo que no se puede decir que se hiciera especialmente para las nuevas promociones.
Esa zona, ya en el 2004, antes de levantarse el primer bloque, tenía la misma calificación que tuvo después y que mantendrá, sin modificaciones, en el PXOM. El regidor cuenta que cuando ese documento esté aprobado todos esos pisos serán plenamente legales. Se podría hacer de otro modo, aprobando estudios de detalle, pero sería, dice, un camino más largo y complejo que esperar por el plan general.
En esa zona, explica Traba, se dieron 42 licencias con idénticas condiciones, pero la Xunta, entonces, solo denunció a diez. Nueve de esos procesos siguieron adelante. Si ahora se derribasen esos edificios, cuenta, los promotores podrían presentar los mismos proyectos y se les daría licencia para hacer lo que hicieron porque, dice, cumplen con la normativa vigente en el municipio.