Encarcelado un vimiancés por dirigir una banda de asaltantes

Juan Ventura Lado Alvela
juan ventura Lado CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Está acusado de los robos cometidos en viviendas de Zas y A Baña

24 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

No era una banda llegada de Europa del Este, ni una compleja trama criminal. Los asaltos en una casa de Zas y otra de A Baña ocurridos a principios de mes, los planeó y ejecutó un vecino de Vimianzo, apoyado por uno o dos ciudadanos portugueses. Al menos, eso es lo que creen los investigadores de la Policía Judicial de Carballo que ya lo han detenido, para que ingresara en la cárcel de Teixeiro después de prestar declaración.

Aunque la Guardia Civil no ha confirmado oficialmente los hechos porque la operación todavía está en curso y podría haber más detenidos, fuentes de las fuerzas de seguridad señalan al empresario de O Arxomil (Treos) Francisco Regueira Fuentes como el supuesto cabecilla de la trama.

Regueira, que dirigía un pequeño negocio dedicado a los pulidos de hormigón, conocía a las víctimas. Es más, en el caso del constructor de A Baña, llegó a trabajar para él en alguna promoción. Con Manuel Antelo Gerpe, el constructor de Rosende, en la parroquia zasense de Mira, no mantenía relación directa, aunque sabía de sus actividades a través de conocidos comunes.

El presunto ladrón, según se desprende de la investigación, aprovechó esa información para planear los golpes. Así, junto a sus compinches, pudo hacerse con unos 3.000 euros en el golpe de A Baña, porque sabía perfectamente que su víctima tenía por costumbre pagarle a los empleados en efectivo.

En el caso de Rosende, donde los asaltantes ataron a la madre de Antelo Gerpe, que tiene 82 años de edad, ahora se ha sabido que tenían la vivienda vigilada. Según pudo advertir un vecino de la zona, el 10 de febrero, minutos antes del golpe, el Audi A3 granate con matrícula de Valladolid, propiedad de Regueira Fuentes, estuvo frente a la casa afectada. Como la esposa del empresario aún se encontraba en el domicilio, el coche y sus ocupantes dieron la vuelta y se fueron por la iglesia de Mira en dirección a Zas. Una vez que la mujer salió en dirección a la capital municipal y la octogenaria se quedó sola, los supuestos ladrones -Regueira y un ciudadano portugués, según los investigadores- llamaron al timbre. La anciana les abrió y, después de decirle que se trataba de un atraco y que le diera el dinero, la ataron a una silla con cinta aislante.

La víctima les contestó que solo tenía 10 euros en el monedero del pan y los presuntos delincuentes iniciaron un apresurado registro por toda la casa. En su pesquisas, que tuvieron que interrumpir porque se sintieron descubiertos, consiguieron apoderarse de algunas joyas, pero se dejaron pequeñas cantidades de dinero que había en las habitaciones que no entraron.

Los guardias le mostraron a la familia afectada algunas alhajas pero no eran las que les habían sustraído. Los bienes que desaparecieron de la casa siguen en paradero desconocido y sus propietarios albergan escasas esperanzas de recuperarlos.

Arruinado

La noticia del encarcelamiento de Regueira Fuentes, que tiene 36 años, ha cogido por sorpresa al mundillo empresarial de la comarca de Soneira. En ese ambiente, eran conocidas las dificultadas familiares y profesionales por las que atravesaba el implicado, pero nadie lo relacionaba con este tipo de actividades delictivas. El propio Antelo Gerpe asegura que «nunca houbese imaxinado algo así».

Lo que sí constaron personas del entorno era un nivel de vida impropio de un trabajador autónomo que tenía a su cargo a menos de media docena de empleados. Los automóviles de lujo que manejaba y el hecho de que apenas apareciese por las obras contratadas levantaba sospechas, pero los vecinos atribuían esa prosperidad al buen momento por el que pasaba el sector de la construcción en los últimos años.

El robo de Baíñas

En un principio, los investigadores pensaron que, por proximidad geográfica, podía existir alguna implicación este grupo y el intento de robo ocurrido el pasado día 17 en el lugar de O Outeiro, en la parroquia vimiancesa de Baíñas. Sin embargo, las características de los sucesos son muy diferentes por lo que la relación queda descartada. En el caso de Baíñas, algunos testigos aseguran que vieron dos furgonetas y un turismo en las cercanías de la vivienda asaltada. Además, los autores de los hechos desmontaron los electrodomésticos, mientas que en Rosende y A Baña fueron a por bienes de más alto valor.