Las mariscadoras del Anllóns ya pueden comercializar el berberecho que ellas mismas recogen. La conselleira do Mar, Rosa Quintana, inauguró ayer la depuradora que permitirá la comercialización diaria de 800 kilos de bivalvos y que ha sido el desencadenante del proyecto que la entidad presentó al GAC y que ya está en marcha.
La agrupación tramita una marca propia para dar más valor al berberecho cabanés, cuya calidad se explica en folletos, un recetario de cocina e incluso un vídeo.
La idea es conseguir que los restaurantes de la zona incluyan este producto en sus cartas e incluso se han planteado hacer conservas. En principio, la entidad tendrá un centro de degustación que servirá para la promoción de este producto que ahora se vende mayoritariamente en Barcelona.
Rosa Quintana, que fue obsequiada con un colgante con un berberecho engarzado en plata, felicitó a la agrupación a la que consideró «un exemplo para Galicia».
La conselleira se mostró incluso emocionada al recordar los duros comienzos de la entidad que ella misma vivió cuando Enrique López Veiga se ocupaba del departamento de Pesca.
El acto, que fue eminentemente festivo, incluyó también la entrega de los certificados de asistencia a los hosteleros que asistieron al curso impartido por el cocinero Miguel García Silvarredonda, que fue el encargado de la degustación que se celebró a continuación y en la que los presentes pudieron comprobar la calidad del marisco de la desembocadura del Anllóns.
Además de varios representantes de la Consellería do Mar, acudieron las presidentas de las agrupaciones de mariscadores de Camariñas y Baldaio, el presidente del GAC, Evaristo Lareo; el patrón mayor de Laxe y los alcaldes de Cabana y Ponteceso.
La responsable de las recolectoras cabanesas, Julia Haz, presentó el proyecto que también incluyó un curso de elaboración de cestos con material de reciclaje y que se utilizarán para diferenciar el producto local en los restaurantes y otros establecimientos que vendan el molusco de la ensenada da Insua.
En el acto celebrado en la casa consistorial de Cabana hubo tiempo para los agradecimientos, pero también para las reivindicaciones. Julia Haz solicitó que se aclare la situación de la embarcación que se utiliza para llevar a las mariscadoras a la zona de trabajo, puesto que es necesario cruzar un canal. Otra de las socias de la entidad aprovechó la entrega de los berberechos de plata, que también fueron en forma de pin para los alcaldes, para reclamar los trajes de agua que la consellería quiere que tengan las mariscadoras y que todavía se encuentra en fase de pruebas y mejoras.