La temporada de caza menor comenzó el domingo en la Costa da Morte con buen pie. Y puede seguir hoy jueves que también es día de caza, aunque son pocas las sociedades de la zona que la aprovechan (la mayor parte guardan para los domingos y los festivos, además de los sábados para el jabalí). En un colectivo con más de 2.500 practicantes con licencia, asociados a alguno de los 21 terrenos ordenados cinegéticamente (tecores, aunque se les sigue llamando cotos) en los que se divide la comarca, es difícil lograr un balance homogéneo, pero la mayoría de los consultados apuntan a que la primera jornada ha sido buena o muy buena. Y eso que alguno tenía tan buenas perspectivas que, si finalmente fueron inferiores, ya salen quejas. Pero eso es algo consustancial a las conversaciones post-montem de este deporte.
En Zas, José Calo Varela, miembro de la junta directiva de la sociedad de caza, de la que fue presidente, destacó que la jornada les fue «moi ben». En su cuadrilla de doce, repartidos en tres zonas, capturaron en total nueve conejos, dos faisanes y cinco liebres. Algún raposo pudo caer, pero no acertaron con él. Los conejos fueron, junto a las perdices, el principal botón, Entre otras razones de peso, porque son las especies más abundantes y en las que más se ha trabajado la repoblación.
Lito Vázquez Gómez, presidente de la Venatoria de Bergantiños, una de las principales sociedades de la provincia, dedicó la jornada a la caza de perdices en Corme. Su grupo logró una percha de cinco. «Poideron ser máis, pero nós imos á caza a pasalo ben, non a matar», explica. «Estamos contentos de como empezou a tempada, pero xa se sabe que nunca chove a gusto de todos». Vázquez dice que se ve más caza que el año pasado. «Se cadra, porque repoboamos máis, pero tamén o tempo axudou moito», señala. Explica que en los montes hay mucha leña, lo que explica la proliferación de ciertas especies; que los zorros abundan, pero la mayor parte suele dejarlos para más adelante (primero el conejo), que los faisanes se ven por muchas zonas y que para la arcea, como siempre, habrá que esperar algo más de un mes.
Rogelio Pereira, presidente del tecor de Malpica, fue de los pocos que optó por la paloma torcaz. Lo hizo en Ponteceso, donde también caza. «Todos cos que falei están contentos de como lles foi», indica, y añade que los cupos legales se cubrieron. «Este arranque foi mellor que o dos outros anos», concluye.
José Manuel Fernández Zas, de A Caniza (Cances-Oza, en Carballo), señala que el inicio de la campaña «foi bastante bo, sobre todo en conexo». El tiempo, aclara, ha ayudado: «O coello xeralmente cría ben co calor, e no verán fixo bastante. E víronse abondantes pezas. E de perdiz, tamén. Vese que hai moitas no monte e isto promete», destacando la calidad que siempre ha tenido su territorio, sobre todo en el entorno del monte Neme, para la cría del conejo.
José María Álvarez Villar está al frente de la sociedad de Coristanco. Está satisfecho, pero sin alardes. «Non houbo queixa, ninguén di que o domingo foi un desastre e estivo ben, pero non tanto como se pensaba». Cree que la temperatura de la jornada, «primeiro moito frío, despois moita calor», no ayudaron en exceso, y aun así «todo o mundo colleu pezas e, en pluma [perdiz y faisán, sobre todo] bastante ben». Recuerda que hay que esperar unas semanas para que las valoraciones sean más precisas.
A Francisco Da Silva, responsable del tecor de Cerceda, no le fue muy bien: «Só collín unha perdiz e un faisán», explica. Aclara que es su caso particular, y que aún no ha hablado con el resto de socios. Le sorprende el escaso botín: «É que coa caza que hai, non sei onde se meteron. Nós botamos mil perdices e 600 faisáns». Cuando se corte el maíz, añade, seguramente habrá más posibilidades.