El cese de la actividad del IDC en Cee ha generado un grave problema que se puede cuantificar. La desaparición de la guardería gestionada por esa entidad ha supuesto un espectacular incremento de la demanda de plazas en la escuela infantil municipal.
En total, el Ayuntamiento ofrece este año 16 plazas, que se corresponden con las vacantes de su guardería. La demanda casi multiplica por cinco esa cifra. Son 74 las solicitudes existentes, un número que podría seguir creciendo.
Los padres del IDC mantuvieron ayer una reunión con el alcalde de la localidad, Ramón Vigo, para exponerle la situación y tratar de buscar una salida, al menos temporal, mientras no se abre al público la nueva guardería que el Ayuntamiento tiene en marcha y de la que en breve se adjudicarán las obras.
Padres y madres expusieron al alcalde una posibilidad para ofrecer un servicio mientras no se soluciona el problema: lograr una cesión temporal de las instalaciones del IDC al Ayuntamiento. Así, el Concello de Cee podría agilizar los trámites para la contratación del personal de su nueva guardería. Esos cuidadores empezarían a trabajar en el centro del IDC mientras no estuviera disponible el nuevo.
Esa salida requeriría el visto bueno de la Xunta, que subvencionaría mediante un convenio similar al ya existente con el Ayuntamiento para su escuela infantil, la contratación del personal.
Para agilizar esa posibilidad, los padres han solicitado ya una reunión con responsables de la Consellería de Traballo e Benestar para exponerles el problema.
El alcalde, explica el propio Ramón Vigo, se comprometió a estudiar esa alternativa, pero no pudo garantizar su viabilidad, porque, dijo, no se trata de algo que dependa del Ayuntamiento, ya que están otras entidades y Administraciones implicadas.
En los próximos días, explicó el regidor, tratará de ponerse en contacto con la directora del IDC, Carmen Furelos, para trasladarle la petición de los padres. Si se niega a ceder el centro, no habrá alternativa posible para los usuarios.
Impagos
Por otra parte, ese organismo, con sede en Santiago, lleva meses sin pagar a sus empleados. Además de los de Cee, hay también trabajadores de Carnota y Santiago que han tenido que acudir a los tribunales para reclamar nóminas de varios meses. La guardería está ya cerrada y los contratos que había con algunas sustitutas -que tampoco han cobrado la mayor parte del tiempo que llevan trabajado- expiraba en julio, por lo que todo indica que no volverá a abrir. Durante los últimos meses tampoco se le pagó a la empresa que se encargaba de la limpieza, por lo que las instalaciones tenían un mantenimiento deficiente.
El IDC utiliza un edificio propiedad de una empresa de la familia Castro Rial y cedido para su uso como guardería. El alcalde explicó, tras reunirse con Marcelo Castro, que no había posibilidad de recuperar esa cesión.