Tres tractores alemanes llegaron a Fisterra en 2 días

Santiago Garrido Rial
S. Garrido CARBALLO/LA VOZ.

FISTERRA

Los últimos en llegar, y que ayer dejaron el pueblo, lo hicieron en sendos Fendt de los años 1963 y 1976

28 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Ha sido una conjunción casi planetaria, de esas que suceden raras veces, salvo que ahora se ponga de moda. Si ya es sorprendente que peregrine hasta Fisterra un tractor alemán de 1958 arrastrando una caravana de madera construida por el propio conducto, ¿cómo calificar el hecho de que solo un día después lleguen otros dos tractores alemanes, también en peregrinación, e incluso uno de ellos también con una caseta de madera artesanal en el remolque?

Pues esto mismo acaba de ocurrir esta semana. El primer tractorista, que causó sensación, era Kurt Stech, un jubilado de 61 años del sur del país. Los otros dos, que ayer dejaron la localidad, fueron Wolfgang Weber, de 59 años, natural de Bitburg, conduciendo un Fendt del 63, y su compañero Georg Schmitz, de 62 años, con otro Fendt del 76. Georg es belga, de una zona muy cercana a la que vive su colega de ruta.

Ambos comparten la afición por los tractores, y justamente de eso se conocían. Lo de emprender tan larga ruta, y además sin hablar una palabra de español (la traducción es de Belén Suárez Riveiro) tiene fundamento religioso. Wolfgang padeció una grave enfermedad, y prometió que haría la ruta si se sobreponía a ella. Georg tiene problemas de movilidad, y se sumó. El belga enganchó una caravana normal, como las que llevan los turismos, pero el alemán, nieto de pastor de ovejas, construyó una especie de carromato como los que usaban los granjeros.

Con esos mimbres, mucha paciencia y tiempo, cogieron los tractores el 1 de mayo y enfilaron hacia Fisterra, adonde llegaron, encantados, tras recorrer 2.500 kilómetros a una velocidad media no superior a los 20 kilómetros por hora, y con un promedio de 80 kilómetros cada día. En su camino se encontraron «con gente muy amable y encantadora», subraya Wolfgang. Durante unos días incluso llevaron con ellos a una peregrina a la que habían trasplantad el corazón.

Ahora ya están de vuelta a casa. Llegaron por el Camiño francés y vuelven por el inglés. Puede que se encuentren en algún punto con Kurt, de quien supieron por lo que apareció en La Voz. Misterios de la ruta.