Medio Ambiente invertirá este año un millón de euros para dotar Sardiñeiro de una red de saneamiento

La Voz

CARBALLO

05 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El Consello de la Xunta aprobó ayer una inversión de 960.000 euros para construir en Sardiñeiro (Fisterra) una estación de bombeo y una red de saneamiento que ponga fin a los problemas con las aguas residuales que arrastran desde hace décadas en la localidad.

La obra, financiada íntegramente por la Consellería de Medio Ambiente, se incluirá en los presupuestos de este año y se supone que estará lista y en funcionamiento en el 2011, ya que el plazo de ejecución de la estación de bombeo es de nueve meses.

La estación, subterránea, recibirá las aguas residuales del núcleo y las enviará a un colector general que discurrirá en paralelo a la carretera hasta la nueva depuradora de Fisterra.

La infraestructura prevista dará servicio a un millar de habitantes, aunque el sistema quedará preparado para poder ampliarlo sin grandes obras en caso de que así lo requiera la demanda existente.

Así, los tres puntos de vertido actuales, que llevan las aguas fecales al río San Xoán y desde ahí, a través del cauce, hasta el mar atravesando por el medio la playa urbana de Sardiñeiro, desaparecerán en los próximos meses. Uno de los colectores que recogerá las aguas pasará por una zona de titularidad de Costas. El jefe de la Demarcación ya dio su visto bueno esta semana a la actuación.

En Sardiñeiro se instalarán varias bombas eléctricas para poder subir las aguas hasta un punto elevado desde el que discurrirán, por gravedad, hasta la depuradora de Fisterra, a través de un colector general de más de un kilómetro y medio que también deberá ser construido para completar el proyecto.

Las obras llevarán aparejada la reposición del pavimento y los servicios que se vean afectados por ellas.

La inversión anunciada por la Xunta pondrá fin a años de demandas y problemas en Sardiñeiro. En la localidad ya se intentó, hace cerca de una década, solucionar el problema del saneamiento instalando una depuradora. Sin embargo, la maquinaria, enterrada, nunca llegó a funcionar y fue finalmente arrancada.

Desde entonces se pensó en la posibilidad de preparar otra que ofreciera mejores resultados. También en la posibilidad de un colector, pero la normativa europea impedía esa posibilidad al superar el núcleo de Sardiñeiro un determinado número de habitantes. Finalmente, el Ayuntamiento optó por recoger las aguas por bombeo y enviarlas a Fisterra.