El arquitecto Francisco Vidal explicó a los presentes las principales líneas del proyecto y el motivo por el que se había decidido por materiales como la madera, el cobre o el cristal. Explicó el técnico que intentó que el pabellón y del edificio de entrada se adaptaran al medio y no llamaran demasiado la atención, por lo que había intentado bajar la altura lo máximo posible.
Francisco Vidal también aclaró que hay muy pocos cambios entre el anteproyecto que presentó a la Xunta y el que se ejecutará, aunque destacó que se podrían realizar algunas modificaciones durante las obras, en función de las posibilidades y las necesidades que surjan.
El arquitecto expuso la filosofía de su trabajo y destacó que había propuesto dos edificaciones para que el pabellón que protegerá el dolmen quedara lo más vacío posible. De hecho, tendrá paredes de cristal para que el yacimiento pueda ser también observado desde fuera del recinto, al que se tendrá que acceder por el edificio anexo, que también tendrá madera.