Cerceda se sube al nuevo tren

CARBALLO

Las modernas instalaciones de Meirama empezarán a funcionar antes de fin de año, y suponen el adiós de las existentes

23 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Hace algo más de dos años, los vecinos de Cerceda culminaban una campaña de recogida firmas que se había iniciado en el 2005, para mostrar su oposición al anuncio de supresión de cuatro estaciones y apeaderos del municipio, que se construyeron 70 años antes. Se referían a Queixas-Londoño, Queixas-Cerceda, Vila da Igrexa y Meirama.

Pero ya era tarde. La decisión se había tomado años antes por el Ministerio de Fomento, motivada por el nuevo trazado del AVE entre Santiago y A Coruña, que afecta a una buena parte del territorio cercedense. La apertura de un nuevo ramal condenaba al abandono a esas instalaciones, que se suplen con una nueva estación en Meirama, que ya está casi lista. Y bien lista: de grandes dimensiones, muy equipada, accesos fáciles, aparcamiento y con el mobiliario exterior en su sitio y los operarios dando los últimos retoques en su interior. El alcalde, José García Liñares, aún no sabe la fecha exacta en la que se pondrán en servicio los andenes, pero por la información que maneja, considera que antes de final de año ya estará en servicio.

Los vecinos se oponían a la supresión de las estaciones y apeaderos por el servicio que prestan desde hace siete décadas a la zona con los enlaces diarios con A Coruña y Santiago. El alcalde reconoce que ha habido pérdida, pero prefiere verlo desde el lado positivo: «Entre A Coruña e Santiago só se mantén a de Meirama, Ordes e Uxes», ya cerca de a Coruña. Así, desaparecen las otras de Cerceda, pero también las de Oroso, otra más de Ordes y la de Gorgullos, en Tordoia. «Polo menos, en Cerceda mantemos unha», señaló el regidor. Hay que añadir el enlace con Sogama, pero solo para acceso de los residuos que llegan a diario hasta la planta gallega de residuos.

El nuevo tramo de Cerceda tiene una longitud de 13,1 kilómetros, cuya apertura permitirá reducir notablemente el tiempo del trayecto entre la capital de Galicia y la ciudad herculina, ayudada además por las mejoras en tramos anteriores y posteriores. Los trenes evitarán ahora los habituales trazados angulosos y podrán desplazarse a una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora en la maquinaria diésel, y que superará los 200 cuando esté habilitada la catenaria para la electrificación de toda la vía.