Los especialistas ofrecen en Corcubión las claves para desarrollar el negocio del porco celta

La Voz

CARBALLO

19 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Cerca de 200 personas llegadas desde distintos puntos de Galicia se acercaron el sábado a la casa da cultura de Corcubión para asistir a las jornadas sobre e porco celta organizadas por la Asociación de Amigos do Porco Celta Costa da Morte.

Tres ponentes de distintos organismos y asociaciones analizaron las claves de la cría del cerdo para hacer viable económicamente el negocio.

Una de las participantes, María Tocón Almirante, resumió ante los asistentes la experiencia con la cría de cerdo Ibérico en Extremadura. Ella trabaja en una asociación de productores que lleva dos años dedicándose también a la transformación del producto para su venta, la única forma de conseguir que la cría sea rentable.

Tocón habló de las distintas clases de cerdo ibérico existente en Extremadura y de las dificultades para determinar cuales son los mejores ejemplares, ya que en la denominación entran distintos tipos, independientemente de la pureza de la raza. También varía la calidad del producto final en función de la alimentación de los animales. Uno de los problemas para la cría de especies como el cerdo ibérico es la necesidad de grandes espacios abiertos. También son necesarios para el porco celta, con la diferencia de que en Galicia los montes son más productivos y se pueden criar los cerdos en áreas más reducidas.

También participó en las conferencias Gerardo Rivero, técnico de la Consellería de Medio Rural, quien habló de las razas autóctonas y de los tipos de explotaciones en las que se crían. Actualmente en Galicia solo una o dos granjas permiten a sus propietarios vivir exclusivamente de la venta de carne de porco celta. La mayoría de los productores tienen un reducido número de animales y se dedican también a otras especies.

Finalmente, en las jornadas tomó también la palabra José Antonio Carril, de la asociación de productores Asoporcel. En su opinión, todavía no se ha tocado techo en el sector y hay más demanda que producto en el mercado.

Tras las charlas, se pudo probar el porco celta en distintas preparaciones. Empanada, cinco tipos de chorizo, dos de salchichón, paleta asada y jamón cocido aliñado. Una prueba de las cualidades gastronómicas del animal.