La depuradora de aguas residuales de Fisterra volvió a funcionar ayer después de más de dos meses parada como consecuencia de varios ataques vandálicos a las instalaciones.
Los destrozos causados dejaron, en pleno verano, a toda la Anchoa sin saneamiento. La EDAR solo estuvo en funcionamiento un mes. Ahora, después de invertir 30.000 euros en diversas reparaciones, la planta vuelve a estar operativa. En julio empezaron los ataques. Los vándalos se limitaron, al principio, a accionar los mecanismos de seguridad para detener el sistema, pero pronto sus acciones se fueron haciendo más dañinas.
Accedían al recinto y destrozaban lo que encontraban a su paso. Cables eléctricos, planchas de protección y hasta pesados motores, algunos de los cuales acabaron hundidos en las piscinas de tratamiento de las aguas residuales.
Finalmente, tras media docena de ataques con las consiguientes reparaciones, fue imposible volver a poner en marcha la EDAR sin una parada prolongada para reparar los desperfectos.
Un equipo de técnicos de la empresa que gestiona este año la planta, Movexvial, se desplazó ayer hasta la localidad para poner en marcha la EDAR y constatar que los mecanismos funcionan. A media mañana la planta volvió a dar servicio a una parte del casco urbano.
Explica Juan Ignacio Niño, ingeniero de la firma, que por ahora solo pasan por la planta en torno al 30% de las aguas residuales de la localidad. La mayor parte de ellas llegan a la estación gracias al bombeo situado en la zona de Langosteira.
Falta por llevar a la EDAR las aguas del casco fisterrán, que llegarán a través de una segunda estación de bombeo construida en el puerto. La puesta en marcha de ese servicio requirió un largo proceso, ya que los terrenos no eran municipales, sino de Portos de Galicia, entidad que tuvo que conceder los correspondientes permisos. Fenosa también tuvo que ofrecer el suministro eléctrico necesario.
Esos trámites fueron finalmente superados. Ahora, explica Juan Ignacio Niño, todo el sistema está listo para llevar las aguas residuales a la EDAR situada en las cercanías de la playa de Mar de Fóra. El proceso se completará, dice, en dos o tres semanas.
Para entonces, la estación recogerá el 100% de las aguas residuales de Fisterra, que hasta ahora llegaban al mar a través de dos puntos de vertido, uno en Langosteira y otro situado en el puerto, vertidos que desaparecerán definitivamente.