La depuradora fisterrana vuelve a funcionar tras el arreglo de los daños causados por el sabotaje
VIGO CIUDAD
La depuradora de aguas residuales de Fisterra se pondrá hoy de nuevo en marcha tras dos meses de inactividad, durante los que se han subsanado los daños provocados en sus instalaciones durante un sabotaje. Fue a mediados de agosto. En apenas una semana se produjeron dos ataques, que en total fueron cinco desde que se inauguró. Pero ninguno tan grave como el último, que motivó una denuncia por parte del Concello y el aumento de las medidas de vigilancia, que ya existían gracias a las cámaras de circuito cerrado. Por eso los arreglos han durado tanto tiempo.
Por tanto, desde hoy, el saneamiento de Fisterra recuperará su ritmo normal, que de momento es escaso. Está solo al 20% de su capacidad, como al principio, puesto que la conexión con los diversos colectores y bombeos de Fisterra será gradual Así, en el primer momento, los beneficiados son los vecinos de las zonas de San Roque, San Martiño y Cabello. En los próximos días se llevará el enganche con el grueso de la capital municipal. No con toda, pero casi: las viviendas incluidas en la primera fase de las obras. A continuación, la depuradora también dará servicio a Vigo, San Salvador, Ermedesuxo, Sardiñeiro y otras localidades.
Durante estos dos meses, los lugares que entran en el primer enganche han estado vertiendo de nuevo al mar, y todos los demás lo siguen haciendo. Lo más llamativo es el caso del núcleo fisterrán, donde las aguas residuales van directamente al puerto, como en Camariñas. En el primer ejemplo, la solución es inmediata, y en el segundo está próxima, ya que el saneamiento se encuentra prácticamente concluido. De todos modos, llega tarde en dos de los principales municipios turísticos de la Costa da Morte.
El sabotaje fue la última vicisitud que le ocurrió a la depuradora, que nunca ha tenido excesiva suerte. Primero, porque se tardó mucho en decidir su ubicación y en aprobar el proyecto. Concluida en el 2008 tras una inversión de dos millones de euros, el pasado mes de abril aún estaba pendiente de un permiso de Portos de Galicia para que le pudiesen conectar el suministro eléctrico. Un trámite muy básico que no llegaba. Tras una pequeña guerra de declaraciones y papeles perdidos, el problema se solventó, llegó la luz y comenzó a funcionar.