Emprendedores desde 1884

M. P. Valle redac.carballo@lavoz.es

CARBALLO

04 sep 2009 . Actualizado a las 02:30 h.

Tengo que reconocer que los productos de Cerdeimar me han salvado en más de una ocasión. Sobre todo esas noches en las que llegaba a casa más tarde de lo habitual, con un hambre voraz y pocas ganas de meterme en la cocina. Abría una latita de atún, de pulpo o de pasteles de pescado Boya y conseguía calmar el apetito e irme tan contenta a la cama. Por eso, y por muchas otras razones, me alegra sobremanera que la familia Cerdeimar esté de aniversario. Me alegra porque son ya 125 años facilitándole la vida a los cocineros poco experimentados como yo y a los hogares de toda España en general. Y me alegra porque después de 125 años de trabajo la compañía sigue en manos de la familia Cerdeiras, demostrando que las estadísticas se equivocan cuando aseguran que las empresas no suelen sobrevivir a las terceras generaciones. Se equivocan porque en el caso de Cerdeimar van ya por la cuarta y el negocio sigue viento en popa, poniendo de manifiesto que en la Costa da Morte también pueden cosecharse éxitos.

La aventura de Cerdeimar comenzó en 1884, cuando Andrés Cerdeiras Pose , el bisabuelo de los actuales gestores de la compañía, fundó Salazones Cerdeiras, con plantas en Sardiñeiro (Fisterra) y Camariñas. En 1911, Andrés puso al frente de la planta Camariñana a su hijo Jesús Cerdeiras Castro , un chaval de apenas 20 años que trabajó con ahínco y logró hacerse con otras dos fábricas de salazón colindantes. Cambió el nombre de la compañía por la de Conservas Cerdeiras y amplió el negocio introduciendo las conservas en la lata de hojalata que ya por entonces exportaba a otros países. Cuando Jesús murió, demasiado joven (tenía solo 56 años), la empresa pasó a sus dos hijos, Jesús y Andrés Cerdeiras Seoane , que estudiaron Comercio y en 1973 bautizaron a la compañía con su nombre actual, Industrias Cerdeimar, a la que hicieron crecer y sumaron negocios de madera, barcos de cabotaje y pesca y harinas de pescado.

Hoy la empresa está ya en manos de la cuarta generación Cerdeiras. Los actuales propietarios son varios de los hijos e hijas de Jesús y Andrés. Al frente de la compañía, en la que trabajan cerca de 200 personas, se encuentran ahora Andrés y Mar Cerdeiras Lemus y Begoña y María Jesús Cerdeiras Jaureguizar . Los cuatro han logrado formar un fantástico equipo que no para de innovar. Porque Cerdeimar no solo fabrica conservas de pescado y mariscos, o harinas y aceites de pescado, sino también riquísimos platos preparados -sí, lo confieso, también me han sacado de varios apuros-. Homenaje. Los cuatro empresarios serán homenajeados mañana en el salón social del Club Náutico de Camariñas, donde los responsables de la entidad que preside Alberto de Artaza Varasa , y de la asociación de empresarios y promoción turística de la localidad, que dirige Olga Campos , han preparado una fiesta a la que asistirán cientos de vecinos y amigos. Al acto asistirán también representantes de todas las asociaciones culturales y deportivas del Concello de Camariñas. Será una celebración por todo lo alto, como merece la veterana compañía, que ha sabido adaptarse a los tiempos como un auténtico camaleón.

Seguro que la fiesta de mañana será un éxito y emocionará a muchos de los antiguos trabajadores de la factoría, que tampoco piensan perderse el acto. Brindarán porque los 125 años de Cerdeimar se conviertan en, por lo menos, 125 años más. Y yo, como particular agradecimiento a los apuros de los que me han salvado, me abriré una de sus latas. O dos. O quizás caigan más.