El mercante Aurora, uno de los cuatro buques de gran calado que ayer por la mañana buscaron refugio frente a la entrada de Fisterra, debido lo fuertes vientos de componente sur, estuvo a punto de impactar contra las rocas de la costa. El anclaje del barco perdió agarre en el lecho marino por lo que el navío empezó a acercarse a tierra de manera peligrosa. La tripulación se percató de lo sucedido y pudo poner la máquina en marcha para recuperar la posición cuando ya se encontraban a escasos 50 metros del impacto. La presencia del Aurora y de otros tres barcos de características similares despertó la curiosidad de los vecinos que se dieron cita en las proximidades para contemplar la escena y tomar fotografías. También hizo presencia en el lugar el remolcador Don Inda, adscrito al servicio de Salvamento Marítimo, que se encargó de vigilar de cerca a los mercantes por si fuese preciso ofrecerles algún tipo de apoyo. Actividad paralizada Por lo que respecta a la flota de la comarca, la práctica totalidad de los pesqueros permanecieron amarrados durante toda la jornada. Los principales puertos: Fisterra, Camariñas o Laxe se llenaron de buques fondeados, mientras que en las lonjas la actividad se mantuvo bajo mínimos. Solo unos pocas embarcaciones de Malpica descargaron ayer sus capturas. El mar picado que durante el día de ayer hizo muy peligro acercarse a las zonas costeras, sobre todo durante las horas de marea alta, tenderá hoy a normalizarse. El viento cambiará a componente noroeste y las temperaturas tenderán a bajar hasta los 8 grados de mínima y 12 de máxima.