Poesía que alimenta el ánimo

Harry Dorial redac.carballo@lavoz.es

CARBALLO

25 nov 2008 . Actualizado a las 02:37 h.

Lo primero que les cuento me lo cuenta, íntegro, y como otras veces, mi compañero Pablo Portabales. Lo entenderán al ver a la protagonista.

Resulta que el próximo 4 de diciembre presentará en la librería Arenas su tercer libro, Préstame tu voz , que fue finalista del II Premio Internacional Rubén Darío . Hablamos de Branca Vilela , que ha estrenado su bar Fin da terra , especializado en tapas y tortillas de mariscos que ella misma prepara. La cocinera-poeta, que así es Branca, nació en A Coruña, pero lleva vinculada de siempre a Fisterra, de donde es su familia.

Son las cinco de la tarde y en el bar de la calle Bolivia despacha algún que otro café y de vez en cuando le da al mando de distancia de la máquina de tabaco. Mientras tanto presume de su buena mano para elaborar las tortillas y de su trayectoria literaria. «Las hago de navajas de Fisterra [ella dice Finisterre], de cigalas o de langosta. También preparo unas paellas de marisco en el que cuesta encontrar el arroz», destaca. Le pido que deje los huevos y las patatas y que me hable del papel y de la tinta. Trabajo comprometido. «Este tercer poemario es un libro de denuncia en el que abordo el tema de las violaciones, la inmigración o la violencia de género», apunta. Los beneficios del libro irán destinados a Amnistía Internacional y una representante de esta organización, Arantxa Espinosa , acudirá a la presentación junto con otras personas vinculadas al mundo literario como Xulio Valcárcel , Chema Paz Gago o Basilio Rodríguez Cañada . En el cartel que anuncia la puesta de largo de la obra también aparece el nombre del alcalde de Fisterra, José Manuel Traba , que estaría encantado en el bar porque en la pared está pintado un mural que representa al municipio.

Ahí tienen a Branca con una de sus tortillas y con sus dos primeros libros, Anclas varadas en la memoria y A faciana das augas , con el que consiguió importantes reconocimientos. «En un recital en Rianxo me conoció una profesora norteamericana que se interesó por mis obras. Gané premios en Estados Unidos escribiendo en gallego y me pagaron el viaje para dar conferencias en distintas universidades como la de Illinois o Dakota», relata esta caja de sorpresas de pelo rubio. «Mientras cocino escribo poemas», sentencia. Más Fisterra. La conjunción de las estrellas (de mar) nos permite seguir, el mismo día y en la misma página, hic et nunc , con otro poeta de Fisterra, género masculino. Con Manolo López , más conocido en los terrenos alejados de su familia y amigos como Alexandre Nerium . Ya saben, lo habrán leído, que el viernes presentó su nuevo libro Nocturnidade da sal. Tralo raxor do día , en la Real Academia Galega. A lo grande. Y a lo íntimo, porque ambos conceptos pueden combinarse. De las muchas parcelas sembradas por la que se puede arar, me quedo con la perfomance (vamos a llamarla así) de la lectura de fragmentos de su obra. Cinco amigos, cinco partes, las cinco que tiene el prólogo Rutía . Rutía es la cresta de la ola, formada por un mar de viento. No lo sabía. Aunque probablemente él tampoco sabe que acugular es llenar hasta los topes un pequeño cobertizo, por ejemplo de espigas. Es lo que tiene ser de mar o de tierra. Esas si que son diferencias, y no las de ciencias o letras.

Los amigos y vecinos de Alexandre que leyeron parte de su creación fueron Moncho Senra López , Chus López Haz , Cecilia Moure Papín , Marcial Sar Domínguez y Manuel Ángel Domínguez Velay , pero también lo hicieron escritores como Ramón Vilar, Rosa Méndez , Rivadulla Corcón o Miguel Mato Fondo . Y el propio protagonista. A poco más, y debullan allí el libro entero. O, mejor, le sacan la sal. Alexandre lo justifica: «É que agora o libro xa é de todo o mundo». Para hacer más concreta esta definición, apresúrense a comprarlo. No les decepcionará.

Estuvo acertado Fernández Rei, otro de los assitentes al acto, al definir la última obra de Nerium como «unha travesía polo litoral da Costa da Morte». No es mal viaje ese, aunque mejor en días tranquilos, no en jornadas como la de ayer. Bueno. Digo esto porque de viajes va la cosa. Ayer, la ex presidenta -pero alma mater total- de la asociación de vecinos de Sofán, Avelina Pombo , tuvo el detalle de acudir a la redacción a contarnos el buen resultado que les ha dado el último viaje realizado por Santiago y Teo, y en el que participaron 55 personas. En Cacheiras celebraron la comida, antes ya habían desayunado y les esperaba incluso un baile. En Santiago visitaron la exposición Galicia Dixital y la catedral. No fue una tarde poética, precisamente, pero todos lo pasaron muy bien «e a xente quedou moi contenta». Como con un buen poema.