Cada vez son más las asociaciones que organizan jornadas micológicas y destacan la riqueza de la zona, donde la humedad y las temperaturas hacen proliferar las especies
29 oct 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Cada vez son más los vecinos que aprovechan los fines de semana para salir al monte. No solo a pasear y a disfrutar del paisaje, sino también a recolectar setas. La micología está ganando adeptos y cuando llega el otoño se suceden las jornadas dedicadas a esta ciencia. Recientemente se celebraron en Carballo y Coristanco, de la mano de las asociaciones Lumieira y Ponte Lubián, respectivamente, y este fin de semana (sábado y domingo) la Escola de Música de Cee acogerá la octava edición de las Xornadas Micolóxicas da Costa da Morte, que organiza la asociación Pan de Raposo.
La afición a las setas no es algo anecdótico ni la copia a costumbres más arraigadas en comunidades como Cataluña, sino una actividad acorde con la riqueza de la comarca. Aunque la falta de lluvia perjudica su crecimiento, lo cierto es que la Costa da Morte es un lugar privilegiado para la recolección. «Esta é moi boa zona porque temos temperaturas moi templadas», explica el presidente de Pan de Raposo, José Manuel Castro Marcote.
Con él coincide Amancio Lavandeira, de la asociación coristanquesa Ponte Lubián, quien destaca que en los pinares y carballeiras de la zona hay muy buenas especies. «Xunto aos pinos poden atoparse níscalos e boletus e nos prados fundamentalmente hai champiñóns e macrolepiotas», explica Lavandeira, quien lamenta que la gran abundancia que hay en la zona de Bergantiños «non se aproveite empresarialmente, porque sería un bo negocio».
Los montes de la comarca no sufren agleraciones, pero poco a poco crece el número de aficionados a las setas. Eso sí, siempre con mucho cuidado porque, en la Costa da Morte también hay variedades venenosas y mortales. «Hainas en todas partes e están esperando sempre ao tonto de turno», dice Castro Marcote.?