Los jóvenes de Carballo apenas perciben riesgo en el consumo de alcohol, tabaco y cannabis

CARBALLO

30 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El consumo de drogas en la juventud de Carballo, al igual que en el resto del país, ha cambiado. La voz de alarma saltó porque cada vez se empieza a consumir a edades más tempranas y la percepción de los riesgos es menor. Así lo indican varios expertos en la materia, en relación con un estudio realizado por la asociación antidroga Vieiro, en el que se indica, entre otras cosas, que un 89,9% de los jóvenes que salen en Carballo probaron alguna droga nueva en los últimos meses.

Las preferidas por los jóvenes son el alcohol, el tabaco, el hachís y la cocaína. La psicóloga de la Unidade Asistencial de Drogodependencias (UAD) de Carballo, Lourdes Suárez, asegura que en sus oficinas perciben que se está incrementando el número de jóvenes que consume psicoestimulantes -cocaína, alcohol o droga de síntesis-. «Está bajando la percepción del riesgo y se está normalizando el consumo de drogas, sobre todo del hachís, al que muchos jóvenes consideran menos dañino que el tabaco», explica.

Por su parte, Carlos Ferreiro, médico especialista en alcoholismo y ex director de la Asociación de Ex Alcohólicos Anónimos, habla de los riesgos del botellón. En su opinión, el problema se está tratando de forma equivocada: «Lo que importa es que no molesten a los vecinos, dónde se hace el botellón y el ruido que producen, cuando lo preocupante es que nuestros jóvenes se están drogando», explicó.

De hecho, el problema hoy en día son los cambios en los hábitos de consumo, «es la forma de beber lo que importa, y el botellón es otra manera de drogarse», explica Ferreiro. La prueba está en que vale todo tipo de alcohol, y lo que buscan los jóvenes es «sus efectos».

Sin embargo, con el alcohol existe una ambivalencia: por un lado es un producto promocionado por la Administración, y por otro puede convertirse en una droga. «Hay que saber diferenciar entre una persona que toma una cerveza o una copa con amigos, y la disfruta, a otra que bebe con el objetivo de esperar un efecto nuevo».

Dependencia psicológica

Además, el perfil del alcohólico también ha cambiado. «El adicto estaba asociado hace unos años a personas que bebían a diario y acababan con una dependencia física. Necesitaban el alcohol para evitar temblores en las manos y tener bien el cuerpo. Hoy en día, la dependencia es psicológica, estamos ante bebedores 'alcoholómanos', de fin de semana, que pueden aguantar toda la semana sin beber porque no tienen una dependencia física, pero están deseando que llegue el sábado para volver a beber, no pueden divertirse sin drogas. Por eso, al igual que los consumidores de cocaína, suelen decir que 'controlan'».

Carencias en sanidad pública

Este médico critica la «dejadez» de la sanidad pública: «Los tratamientos necesitan un seguimiento personalizado, y los afectados encuentran mayor respaldo en asociaciones que viven gracias a subvenciones que en la propia sanidad pública».

La mejor solución es la prevención: «Hay que informar, pero no alarmar porque sino se pierde credibilidad», explica Ferreiro. En Carballo, la UAD y Vieiro atienden varios casos de drogodependencias. Los jóvenes suelen acudir ante un problema judicial -el juez permuta la condena si se ingresa en un centro-, por presión familiar, por los centros médicos, o si el consumidor siente efectos como las paranoias.