El 20% de la renta de los ganaderos procede de ayudas

CARBALLO

Los labradores de la zona cobraron 7,5 millones de la Unión Europea Los españoles son los menos beneficiados por las nuevas subvenciones de la PAC

12 oct 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

El sector agroganadero de la comarca sigue dependiendo de las subvenciones para subsistir. Tanto es así que varios estudios, realizados por distintas organizaciones agrarias, cifran en cerca del 20% el porcentaje que representan las ayudas sobre la renta total de muchos profesionales del campo. Y ello a pesar de que España es de los países que menos dinero recibe de la Unión Europea en relación a su producción final agraria. Un productor de leche de Zas, Vimianzo, Dumbría o Muxía, percibe por ejemplo, diez veces menos dinero por kilo de cuota que uno francés en su misma situación. Del mismo modo un agricultor galo obtiene por cada hectárea de terreno del orden de 200 euros, por los poco más de 90 que percibiría uno de la zona. Estos datos se extraen de una comparativa, realizada por el sindicato Unións Agrarias para una explotación media con una producción de 200 mil kilos de leche anuales, y a través de la cual denuncia la pérdida de competitividad que el mercado nacional está sufriendo frente a competidores directos como el galo. A pesar de ello, las poco más de 4.000 explotaciones agroganaderas de la comarca percibieron el año pasado, en las líneas de ayuda enmarcadas dentro de la Política Agraria Común (PAC), la nada despreciable cifra de 7.467.359,04 euros. La mayor parte de este dinero proviene de la llamada prima láctea que subvenciona con 0,03 euros cada kilo de cuota láctea disponible por los productores y de la subvención por cereales de la que se beneficiaron más de un 3.700 titulares. Ambas dejaron el pasado año (en el presente todavía no se han liquidado las ayudas) en los dieciséis municipios de Fisterra, Soneira y Bergantiños más de 2,7 millones de euros. El resto proviene de las líneas de ayuda que incentivan la cría de especies ovinas y caprinas, la que se concede por el sacrificio de terneros o aquella que prima la tenencia de animales de aptitud cárnica y que sirve para paliar los bajos precios de este producto durante los últimos años. Por este último concepto se presentaron 903 solicitudes que se repartieron un montante de más de 1,26 millones de euros de subvención. Ayudas indirectas Esta será la primera campaña en la que los agricultores y ganaderos no reciban ayudas directas en función de sus producciones sino que parte de estas dependerán de la situación de sus granjas en los años 2000, 2001 y 2002. A través del llamado pago único, estos profesionales percibirán a través de una sola solicitud, lo que hasta el momento cobraban por las distintas líneas de ayuda que engloba la PAC. A partir de este año y en principio hasta 2013, cobrarán aunque no siembren ni un solo grano de maíz, el 75% de la media percibida por este concepto en los años de referencia. Otro tanto sucederá, aunque con distintos porcentajes con la cría de ovejas o cabras, el sacrificio de bovinos adultos o el cebo de terneros. Esta, para muchos, polémica medida permitirá que un ganadero productor de leche que, a día de hoy, abandone la producción siga percibiendo del orden de 3 céntimos por kilo de cuota láctea de la que dispusiese durante al menos 7 años más. Esta nueva reforma de la PAC, aprobada inicialmente en junio de 2003, provocará, sin embargo, que muchos ganaderos gallegos que desean continuar en activo dejen de cobrar una parte importante de las ayudas a las que si tendrían derecho si estas siguiesen ligadas a la producción. El establecimiento de los años 2000, 2001 y 2002 como período de referencia para calcular el pago único perjudica a la mayoría de profesionales de la comarca en aspectos como la superficie destinada a cereal (esta creció espectacularmente a partir de 2002) o a los peticionarios de ayudas por sacrificio de bovinos que durante ese período apenas se solicitan debido al total desconocimiento que había de las mismas.