El fuego obliga a cortar varias vías, entre ellas la AC-552 en tres puntos

La Voz LA VOZ | CARBALLO/CEE

CARBALLO

XESÚS BÚA

Las llamas amenzaron las casas de numerosos núcleos, cuyos vecinos trabajaron a destajo Bomberos de Madrid y Asturias colaboraron con los equipos de extinción de la comarca

10 ago 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

El fuego no dio tregua. Los equipos de extinción estuvieron saturados y los vecinos de los lugares amenazados se emplearon a fondo para evitar las llamas. Por localidades, el municipio de Cee sufrió ayer, por tercer día consecutivo, los incendios. El cámping de Estorde volvía a abrir sus puertas después de que las llamas lamieran los muros de las instalaciones, pero el frente no se había extinguido, sino desplazado, a Fisterra. Ya el miércoles fue necesario desalojar un edificio de apartamentos en Sardiñeiro. Los vecinos pasaron la noche en vela y ayer seguían enfriando los alrededores del inmueble. El fuego siguió avanzando a lo largo del día hacia Fisterra, llegando a atravesar la carretera y bajando hacia el mar tanto en los alrededores de Sardiñeiro como en Calcoba, donde varios chalés fueron desalojados. Cerca de allí, en Mallas, ardían dos casas abandonadas. No fue el único foco activo. Por la tarde las llamas también crecían en la zona de Hermedesuxo y en el monte de A Nave. Dos aviones, dos helicópteros, cuadrillas de bomberos de Madrid y Asturias y bomberos de Cee, además de Protección Civil de la localidad, se afanaban para controlar la situación. En Cee los servicios de emergencias tampoco tuvieron descanso. El humo seguía saliendo de la parte alta de Ameixenda y extendiéndose hacia Dumbría. En Toba, Guimareu y los alrededores de Estorde el incendio seguía activo, y aparecía un nuevo foco en Vilanova. Muxía se sumaba a los municipios en llamas. Trasufre y Senande fueron las zonas más castigadas. Protección Civil de la localidad, ayudada por los vecinos y con una única motobomba, trabajaban para atajar un incendio que obligó a desalojar, por precaución, los cámpings de Leis y Lago. Las llamas procedentes de Muxía se fueron extendiendo, empujadas por el viento, hacia Dumbría, afectando sobre todo a Berdeogas y Salgueiros. Tanto, que fue necesario cortar, durante toda la tarde, la AC-552, a la altura de Bustelo, por un lado, y de Pereiriña, por el otro. Los vehículos eran desviados hacia Buxantes para, desde ahí, acceder a Brens. También estuvo cortada en Escaselas. Vecinos de todas las localidades afectadas lucharon denodadamente contra las llamas para evitar que llegasen a las casas. Ayudaban así as los servicios de extinción terrestres y aéreos, desbordados por momentos, pero coordinados. En Bustelo estuvieron muy cerca, pero solventaron el peligro. Las llamas rondaron tras localidades. En Vimianzo, núcleos de Cereixo y Carnés, parroquia muy castigada por el fuego (ardieron hasta huertas), se vieron frente al peligro, lo mismo que Castiñeira, en Cambeda, y Sisto. Corrieron riesgo de desalojo vecinos de Xarás, en A Ponte do Porto, pero lugareños y equipos de extinción consiguieron impedirlo. En Camariñas también ardió, de nuevo, en Lazo, en Xaviña. En cuanto a Zas, los principales frentes se produjeron en en la madrugada de ayer en Baio (todo el monte Castelo, hasta A Cacharosa), y ya durante la tarde, en Pudenza, Longueirón y Vila. En Coristanco se quemó monte raso en Segufe-Seavia. En Niñóns-Ponteceso, el monte fue pasto de las llamas durante la tarde de ayer. Los vecinos utilizaron todos los medios a su alcance para apagarlas, y acudieron dos camiones de bomberos de Carballo. Precisamente en la capital de Bergantiños, el principal monte afectado fue A Grela. Primero, a las 23.30 del miércoles. Después de que los bomberos lo extinguieran, se reprodujo ayer a las 14.00, pero en otro punto del mismo monte. Con la llegada de la noche proseguían las labores de extinción. También en Carballo, en la noche del miércoles, se quemó un alpendre en Outeiro-Sísamo.