Ayer continuaban activos los fuegos que se iniciaron el martes en Camariñas Varias casas en la parroquia ceense de Toba y en Sardiñeiro estuvieron muy cerca de las llamas
09 ago 2006 . Actualizado a las 07:00 h.La Costa da Morte vivió ayer su segunda jornada más trágica de lo que va de verano en cuanto a incendios se refiere. La situación más grave se vivió esta vez en Cee. Los turistas instalados en el cámping de Estorde tuvieron que ser desalojados en la tarde de ayer a causa de la cercanía de las llamas, que bajaban la ladera del monte en Estorde. Esas mismas llamas obligaron a desalojar varios apartamentos en la vecina localidad de Sardiñeiro (Fisterra). No fueron los únicos problemas. Ayer seguían activos los dos fuegos declarados el día anterior en Camariñas y también en Cee. En Camariñas las llamas obligaron a cortar temporalmente la carretera de Arou. En la localidad trabajan ayer cuadrillas de voluntarios llegados desde Asturias, para tratar de atajar el fuego, que se propagaba en una zona cercana a Camelle. El fuego también hizo ayer su aparición, por la tarde, en Coristanco. Las llamas llegaron a 50 metros de las casas en Agualada, aunque pudieron ser controladas, hacia las siete, con la ayuda de cuatro motobombas y el trabajo de los bomberos de Carballo, las cuadrillas de Ponteceso y Coristanco y la labor de los miembros de Protección Civil. En Cee, las llamas del incendio declarado el martes en Ameixenda seguían ayer arrasando lo alto del montes. Además, el fuego llegó hasta Gures y arrasó los matorrales desde la carretera hasta Caneliñas. La parte más dura de la jornada se vivió en Sembra, en la parroquia de Toba. Allí los efectivos de la localidad se afanaron para controlar un incendio que llegó a escasos metros de las casas y que se extendió sin control hacia Estorde y Sardiñeiro (Fisterra). Otro incendio de menor envergadura se dejó ver en Vimianzo, en la zona de Castrelo, aunque no afectó a ninguna zona habitada del municipio. El fuego seguía quemando monte en la comarca a última hora de ayer.