La guerra de los Quer López-Pinel

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Con su hija mayor desaparecida, los padres de Diana libran un enfrentamiento público por la custodia de la hermana menor

19 oct 2016 . Actualizado a las 08:04 h.

La residencia estival que los Quer López-Pinel compartieron años en A Pobra do Caramiñal es, posiblemente, el último símbolo de lo que un día fue una familia feliz y unida que eligió esta villa de la ría de Arousa para disfrutar del verano. Ahora, por desgracia, ese chalé simboliza un mal recuerdo para todos, ya que fue ahí, en A Pobra, donde la hija mayor, Diana, desapareció hace casi dos meses coincidiendo con los últimos coletazos de lo que tendría que haber sido un verano más en Galicia. Su misteriosa ausencia no hizo más que destapar, desde los primeros compases de la investigación, la convulsa relación que arrastran, desde hace años, los padres: Diana López-Pinel y Juan Carlos Quer.

Ayer, y de forma pública, ese enfrentamiento abierto cristalizó por enésima vez. El motivo es el mismo de otras veces: la custodia de la hija pequeña, Valeria. Esta chica, de 17 años, está a cargo, por una decisión judicial cautelar, de su progenitor. La joven, según ha trascendido en varias ocasiones, sufre crisis que requieren una atención meticulosa. La última vicisitud tuvo lugar hace algo más de una semana, y desde su recuperación siguió viviendo en la casa de su padre, en Majadahonda. Ayer, sin embargo, su madre, Diana López-Pinel, citaba a los medios de comunicación a la puerta de su vivienda, en Pozuelo. Ella, sin bajarse del coche, y con su hija pequeña en el asiento contiguo, aseguró: «Descartamos que Diana desapareciese de forma voluntaria, ahora estamos juntas y haremos todo lo posible para encontrarla». Con el plural se refería a Valeria, con la que, dio a entender, seguirá unida residiendo ambas en la casa materna.

Juan Carlos Quer, por su parte, no quiso ayer hacer declaraciones para evitar «controversias» con su exmujer, y se limitó a expresar, a través de un portavoz, que la Justicia le ha dado la custodia a él y que esa decisión hay que respetarla.

Un hombre amigo del orden y poco dado a la autocrítica

MARCOS CREO

El padre de la joven de 18 años más buscada de España es retratado en este informe, de febrero del 2015 de la Audiencia Provincial de Madrid, como una persona trabajadora, tal vez en exceso, recta, inflexible y amigo del orden. En lo personal se le describe como un hombre orgulloso y poco amigo de la autocrítica. Los problemas en el matrimonio, según consta en el documento, no tardaron en aparecer por, entre otra cosas, supuestas infidelidades (según el progenitor). En las diferentes entrevistas mantenidas con los facultativos, Juan Carlos Quer no duda en reconocer que no tiene contacto con su exmujer, que la considera una buena madre, pero con una personalidad inmadura y muy dependiente.

Una mujer centrada en la crianza de sus dos niñas

MARCOS CREO

Llegó a España con 13 años, junto a sus padres, procedente de Argentina. En los últimos 18 años ha dedicado su vida a criar a sus hijas y al hogar, y no ha tenido contrato laboral en ningún momento. Se declara católica practicante «de siempre, y ahora más», en alusión al proceso de separación de su marido. La conclusiones del informe psicológico, encargado por la Audiencia Provincial para decidir sobre la custodia de las hijas, revelan que su exmarido es, para ella, el culpable de buena parte de sus males, y le reclama una mayor atención para sus hijas. También se desvela que Diana López-Piner llegó a denunciar a su marido por un presunto delito de violencia machista, por lo que él estuvo detenido. La denuncia fue retirada.