En boca de todos y en manos de nadie

BARBANZA

19 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Alertaba el patrón mayor de Noia el domingo, en una entrevista publicada por este diario, sobre las nefastas consecuencias de la falta de saneamiento de las rías. Aseguraba el dirigente que nunca se ha tomado en serio esta cuestión y que llegará un momento en el que las productivas aguas de la actualidad, que proporcionan trabajo a centenares de personas en la comarca, no lo soporten más y se acabe el fruto.

Lo curioso es que, sin excepción, gobiernos de todos los colores, de derecha a izquierda, pasando por el centro, hablan desde hace años del saneamiento de las rías. Por lo que parece, dado que cada vez son más las voces autorizadas que advierten del riesgo que supone no erradicar las emisiones contaminantes, se trata de un asunto que está en boca de todos, pero en manos de nadie.

Resulta increíble pensar que después de tantos años de proyectos y anuncios no haya sido posible pasar a los hechos de una forma eficaz, por lo que cabe plantearse si lo que falla no es la voluntad o si existe una confianza ciega en las rías, pensando que son capaces de regenerarse por sí solas, de la misma forma que el mar ha sido capaz de salir airoso de las diversas catástrofes marítimas que lo han asolado, como la última, el Prestige.

Lo cierto es que cada vez aparecen con mayor frecuencia las mareas rojas y hay diversas áreas de marisqueo de la comarca, tanto en Arousa norte como en la ría de Muros-Noia, que están al límite y cualquier día pueden ser declaradas zonas c, lo que supondría el fin de la actividad directa de miles de personas, a las que hay que sumar otros miles que viven de manera indirecta de la extracción de los recursos.

Advertía el patrón mayor que las cofradías vienen avisando desde hace tiempo y aseguraba que, para la suya, el saneamiento de las rías constituye una prioridad.

Con estas señales de alarma y otras que seguramente conocen bien quienes tienen la capacidad de invertir y tomar decisiones, parece inaudito que a estas alturas todavía no se hayan adoptado medidas.

Hay obras de saneamiento que afectan directamente a las rías que llevan años aguardando. En Noia se hizo la depuradora antes que las conducciones y ahora que hay ambas cosas resulta que se plantea la necesidad de construir otra EDAR. ¿Hasta cuándo?. En Ribeira, después de décadas de espera, ya hay una planta de tratamiento de aguas residuales, pero ahora resulta que una parte importante del municipio no tiene red separativa de aguas pluviales y fecales, lo que constituye un auténtico problema. Con la cantidad de millones de euros que se han invertido en esta cuestión llama la atención lo mucho que queda por hacer. ¿Tan difícil es abordar esta cuestión?