La falta de ayudas deja a los ejes comerciales sin apenas actividad

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Los responsables indican que su labor es solo de asesoramiento

11 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Las asociaciones de empresarios constituyen en la comarca una de las principales herramientas para la dinamización del comercio tradicional, además de desempeñar otras funciones. Sin embargo, y debido a la omnipresente recesión económica, su capacidad de maniobra en este sentido se ha visto notablemente mermada. Las patronales que más sufren el bajón son aquellas radicadas en ayuntamientos con menos de diez mil habitantes. Estas entidades, como las de A Pobra, Muros, Porto do Son, Outes, Carnota o Mazaricos, que solo pueden gestionar los denominados ejes comerciales, se están quedando prácticamente sin actividad porque, al menos este año, todavía no han recibido ni un euro de subvención y, lo que es peor, no saben si llegarán a percibir ayuda alguna.

La propia Federación de Empresarios do Barbanza (FEB) se encuentra en esta difícil situación. El hecho de que aún no haya salido la convocatoria de subvenciones para este ejercicio, cuando lo habitual era que se publicase en el primer trimestre del año, y la incertidumbre sobre lo que va a pasar limita cualquier actuación por parte de las agrupaciones.

El presidente de la patronal outiense, Marcos Romero, indica: «A falta de recursos deixa ás asociacións nun segundo plano; nunha mera labor de asesoramento».

Mantener oficinas abiertas

Ni tan siquiera resulta fácil para los ejes comerciales mantener abiertas sus oficinas. Un directivo de la patronal muradana, Bernardino Fernández, resume muy bien la situación: «Polo momento concedéronnos unha axuda para contratar durante nove meses a unha persoa que atenda aos socios. Transcorrido ese tempo, ou seguiremos abertos ou haberá que pechar».

Las subvenciones de Traballo, dirigidas solo a dar empleo a profesionales que no lo hubieran tenido antes, con el fin de facilitar su entrada en el mercado laboral, no cubren el salario anual del trabajador. Pero las patronales se niegan a desaparecer y, con ayuda de las cuotas de sus socios, consiguen, aunque sea a media jornada, mantener a una persona que, por lo menos, reciba a los afiliados.

Con este panorama, y con una FEB que ya anunció oficialmente que no habrá campaña comercial navideña, parece que las iniciativas de dinamización irán cada vez a menos. De hecho, el único eje comercial que se plantea efectuar alguna promoción esta Navidad es A Pobra, aunque el presidente dice que la decisión dependerá del apoyo de comercios y hosteleros.