Malos augurios pronostica el colectivo por la sanidad pública para la comarca de Barbanza en este servicio asistencial. Y es que con motivo de la concentración que ayer a última hora de la tarde se celebró en la plaza del Concello de Ribeira, el colectivo aseguró que tanto el servicio de urgencias que se presta en A Pobra como en Rianxo, a través del Punto de Atención Continuada (PAC), tiene los días contados.
La portavoz de esta iniciativa en la comarca, Marián Rodríguez argumentó que estos dos centros sanitarios no están incluidos en la oposición de oferta pública de empleo (OPE) ni de traslados, lo que facilita su cierre, ya que en la actualidad únicamente tiene contratado personal eventual: «Cando os queiran pechar seralles moito máis sinxelo, ao non ter que recolocar a ninguén».
Dotar de celadores al hospital do Oleiros fueron, junto a la construcción de un PAC y la dotación de una ambulancia medicalizada para Porto do Son, algunas de las demandas que este colectivo realizó en presencia de un centenar de vecinos, entre los que se encontraba representación del PSdeG y el BNG.
Luz apagada
Difícil lo tuvieron los encargados de leer el manifiesto en defensa de la sanidad pública para hacerlo en unas condiciones dignas. Cinco minutos antes de comenzar el acto, las luces de la casa consistorial que alumbran el improvisado atrio estaban encendidas. Lo extraño de la situación es que poco antes de comenzar, la mismas luces se apagaron sin explicación, permaneciendo así hasta varios segundos después de que finalizase la lectura del escrito y las intervenciones posteriores.
Los organizadores de la concentración señalaron que «boicotearon o acto», antes de añadir que seguirán movilizándose.