Otra de las consecuencias de la crisis, y también del desempleo, es que muchas personas buscan salidas para llevar ingresos a sus casas. En este sentido, varios profesionales coincidieron en afirmar que se detecta un incremento del intrusismo en el ámbito de los talleres. Es decir, personas con conocimientos de mecánica, o que hasta hace poco trabajaban en servicios oficiales, que ahora efectúan mantenimientos y reparaciones sin estar dados de alta oficialmente.
En varios concesionarios señalaron que han notado que algunos de sus clientes habituales han efectuado cambios de aceite o filtro en otro sitio. La responsable del taller de un concesionario de Ribeira explicaba: «Últimamente esto pasa mucho».
Un profesional del ramo habla de infidelidades y señala: «Si el intruso no tiene clientes desaparece». También apunta que debe haber un mayor control por parte de la Administración, una opinión que comparte otro empresario del sector: «Parece que só van detrás de quen ten todo en orde».
Todos coinciden en indicar que el intrusismo ha existido siempre, pero manifiestan que en los últimos tiempos estas prácticas se han visto incrementadas.