Sabotean con metal campos de maíz de Barbanza y Soneira

x.r. alvite MAZARICOS / LA VOZ

CARBALLO

Los hierros dañan las máquinas segadoras o las obligan a parar

10 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Agricultores de las zonas de Barbanza y Soneira están sufriendo saboteos en las plantaciones de maíz que crean enormas trastornos en la recolección del grano. El sistema que emplean los autores en pegar metales a las mazorcas o arrojarlos en las fincas con el fin de dañar las máquina segadoras. El último incidente se constató en Mazaricos donde aparecieron alambres, trozos de metal y estacas de hierro.

«Está claro que o obxectivo dos ataques somos nós porque co que fixeron só conseguen destrozar as máquinas», apunta Marcial Pais, de la empresa de servicios Pro-Agro, una de las más perjudicadas por estos actos, ya que lleva perdidos, solo en averías, más de 30.000 euros.

Objetos escondidos

La forma de actuar de los vándalos consiste en colocar, lo más escondido posible, pedazos de alambre enroscados en las plantas, barras de metal clavadas en el suelo o incluso grandes cilindros de acero atados directamente a la mazorca con cinta adhesiva.

El objetivo pasa porque la cosechadora se detenga al detectar el hierro obligando al operario a parar la máquina y retirar todo el maíz ya cortado o que, en el peor de los casos, se trague el acero provocándole una importante avería que la dejará inutilizada varios días.

«As máquinas teñen un detector de metáis que para automáticamente a alimentación se detecta calquera anomalía aínda que ás veces, como nos pasou a nós, resulta imposible encontrar o ferro xa que o recobren de plástico. O sitio polo que pasa o gran ten milímetros de holgura polo que o paso dun anaco grande de aceiro provoca destrozos importantes», señala Iván Arán, conductor de una de estas cosechadoras.