Aficionados al «airsoft» de toda España tomaron el monte mazaricano
11 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Mazaricos estuvo tomado por militares tres días. Pocos en el pueblo lo saben, pero por los montes de la localidad se libró una dura batalla entre tropas de la OTAN, rebeldes georgianos y miembros de las fuerzas especiales rusas. Una cruenta ofensiva bélica que, bajo el nombre de Operación Tiger Bay, enfrentó a varios ejércitos por el control de un territorio estratégico y por el rescate de los cinco supervivientes de un avión americano abatido mientras sobrevolaba el campo de batalla.
Toda la secuencia, evidentemente, es ficticia y forma parte de un espectacular juego de guerra llamado airsoft, desarrollado en el centro de turismo activo Naturmaz. Aunque teniendo en cuenta la ambientación y el atrezo que se empleó para su puesta en marcha, bien podría tratarse de una batalla real dado que tanto las armas empleadas como la vestimenta son réplicas exactas de las originales. Es precisamente esa búsqueda del realismo y la minuciosidad con la que se preparan las partidas lo que diferencia esta disciplina del popular paintball donde también se emplean armas de aire comprimido para lanzar bolas de tinta a modo de proyectil.
Espectacular aventura
En la espectacular aventura mazaricana participaron cerca de dos centenares de personas pertenecientes a clubes de airsoft de toda España que se marcharon encantadas con la experiencia y con el buen hacer tanto del equipo de Naturmaz como del club Airsoft Coruña GEOT que actuaba como anfitrión.
Lo que más llamó la atención de los participantes fue el extraordinario entorno en el que se celebró la prueba, en las inmediaciones del embalse de A Fervenza, y por los medios que se pusieron a su disposición para realizar las distintas pruebas. «Puxemos a disposición dos participantes unha boa parte da oferta de ocio que ofrecemos aquí o que permitiu abrir opcións distintas e novas ao desenvolvemento da proba. Os participantes tiráronse en tirolina, fixeron rápel ou mesmo prácticas de tiro dende o aire sobre outros que navegaban polo embalse a bordo dunha zódiac», apunta Juan José Blanco, uno de los gerentes de la instalación que no ocultaba su satisfacción por el éxito con el que se desarrolló la prueba.