La gaita de Seivane desafió a la lluvia

A. Gerpe ribeira / la voz

BARBANZA

07 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Bajo una lluvia eclipsada por la gaita de Susana Seivane, amantes de un folk que ya es leyenda en todo el mundo conocido seguían con sus pies los ritmos más ancestrales, combinados con acordes que enriquecen y proyectan la historia de la música gallega.

En la plaza de España de Ribeira, sonaron, la madrugada del viernes, las melodías de la infancia de esta gaiteira internacional. Los sonidos que forman parte de su vida están recogidos en su último trabajo, Os soños que volven, y que fue desgranando acompañada del resto de músicos que participan en su gira.

Recompensa tras la espera

Hubo que esperar media hora para que comenzase el concierto de Susana Seivane. La lluvia, una jornada más, parecía empeñada en aguar la fiesta a quienes, en muchos casos sin buscar la protección del paraguas, aguardaban la aparición en escena de esta descendiente de maestros gaiteros.

El público supo aguardar paciente a que el tapado escenario descubriese a músicos e instrumentos. Mereció la pena. Rumbas a ritmo de gaita y hasta el Foxtrot provocaban que los pies se moviesen casi sin darse cuenta. Desde el escenario todo era animación y se invitaba al público a sumarse sin reparos a la actuación.

La lluvia, sin embargo, no daba tregua y de forma insistente continuaba cayendo, hasta calar por completo, y prácticamente de forma imperceptible, los cuerpos ya atrapados por la música.