El director del campamento de Mazaricos tiene a su cargo en esta edición a 120 chiquillos de entre 3 y 17 años
27 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Pese a su juventud -tiene tan solo 27 años-, David Gontán cuenta ya con una amplia experiencia en el mundo de la dinamización sociocultural. De hecho, lleva más de una década participando en distintas actividades de animación y tiempo libre por toda Galicia. Durante estos días ejerce como director del campamento urbano de Mazaricos.
-¿ Qué es lo más difícil de dirigir un campamento urbano como el que tiene lugar esta semana en A Picota?
-Habitualmente lo más difícil acostumbra a ser siempre la programación de las distintas actividades que se van a llevar a cabo. En casos como el de Mazaricos el tema es especialmente complicado ya que tenemos 120 inscritos con edades que oscilan entre los 3 y los 17 años. Distribuir a los participantes en grupos y planificar las actuaciones específicas para cada uno de ellos requiere de mucho tiempo y esfuerzo.
-¿Qué papel juegan en este tema los monitores que están a su cargo?
-Su papel es importantísimo porque son los que están más en contacto con los niños. Siempre intentamos consensuar las actuaciones que pretendemos llevar a cabo y distribuir las actividades y los grupos en función de las potencialidades de cada uno de los monitores.
-Tratándose de menores de edad, es de suponer que su responsabilidad es enorme. ¿Cómo se minimizan los riesgos para que todo salga según lo previsto?
-Solo existe una manera y es actuando con la mayor profesionalidad. El riesgo cero no existe en prácticamente ninguna actividad, aunque si todo el mundo cumple en cada momento con la tarea que tiene asignada resulta muy difícil que suceda algo. En este sentido también es muy importante rodearse de personas que tengan la formación más amplia y también variada posible.
- ¿No se muestran recelosos los padres a la hora de dejar que los chicos participen en algunas actividades de las que plantean?
-Siempre hay algún caso en que los progenitores prefieren, por ejemplo, que los más pequeños no participen en algunas salidas como las que hacemos a la playa o al parque acuático. Hay que señalar que, afortunadamente, son los menos y que la mayoría de los padres confían en nuestro trabajo. En mi caso, es el tercer campamento que organizo en Mazaricos y tengo que decir que no solo nunca hemos tenido el más mínimo problema con ningún padre sino que su colaboración ha sido siempre total.
-¿Se puede vivir profesionalmente de la animación sociocultural?
-Resulta difícil porque la mayoría de actividades de este tipo tienen lugar durante los tres meses del verano. Habitualmente los monitores se plantean participar, por ejemplo, en un campamento como complemento de otras profesiones o estudios. Además es una profesión que está, hasta cierto punto, limitada por la edad porque con 50 años pocos aspiran a participar en un campamento con niños. En mi caso tengo la inmensa suerte de poder trabajar todo el año en este sector organizando escuelas deportivas o actividades extraescolares de todo tipo.
-A pesar del esfuerzo también tendrán momentos de mucha satisfacción. ¿Qué es lo más gratificante de estar dos semanas, nueve horas diarias, rodeado de niños?
-Esta profesión es, claramente, vocacional por lo que es muy difícil que no lo disfrutes mucho trabajando con ellos. Resulta muy gratificante ver las caras de alegría que los chiquillos se llevan para casa al final del día y lo bien que lo pasan con las actividades en las que participan. También llena mucho lo agradecidos que son los padres cuando saben que sus hijos disfrutan con lo que les planteamos. A todo ello ayuda también el buen ambiente que se acostumbra a crear entre todo el grupo de monitores que participan.
-¿ Compensa todo ello con no poder coger nunca vacaciones en verano?
-Supongo que dependerá un poco de cada quien.
david gontán técnico en animación y tiempo libre