El cine convierte Ribeira en un nido de mafiosos

María Hermida
maría hermida RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Unos jóvenes ribeirenses grabaron un corto de temática negra en la ciudad

15 mar 2011 . Actualizado a las 09:59 h.

Querer es poder. Que se lo pregunten a un grupo de chavales, en su mayoría de Ribeira, que durante el fin de semana estuvieron grabando un cortometraje en Santa Uxía. Mientras que las grandes producciones cinematográficas necesitan miles de euros, ellos tiraron para adelante con unos 400 euros, que reunieron al estilo Ribadeo, poniendo cada uno un poco. Así empezaron a dar forma a su proyecto: un trabajo audiovisual de temática negra que convierte Ribeira en un nido de mafiosos.

El director del filme es un joven ribeirense llamado Santiago Caaveiro. Y nadie mejor que él para explicar cómo surgió todo. Explica que tanto él como otras de las personas que participan en esta producción estudian en la escuela audiovisual que hay en A Coruña. Se propusieron sacar adelante un cortometraje. Y, lógicamente, lo primero que hicieron fue echar cuentas. Tuvieron que alquilar algún que otro equipo, buscar un local... Finalmente, todo les salió por un presupuesto de unos 400 euros.

A partir de ahí, se pusieron manos a la obra para dar forma a su idea; un cortometraje de cine negro protagonizado por una banda de mafiosos. No dudaron en echar mano de amigos, conocidos... Lo importante era juntar un buen elenco de actores y demás. Finalmente, es el boirense Estebo Silva es que protagoniza la película, en la que trabajan, tanto delante como detrás de las cámaras, alrededor de una veintena de personas.

En el Charlot

¿De qué va el filme? Pues quienes lo vean encontrarán en él buena parte de los ingredientes esenciales de una película de cine negro. Venganzas, mafia, intriga, tipos duros... Todo ocurre en el antiguo bar Charlot, en pleno centro de Santa Uxía. Santiago Caaveiro explicó que alquilaron este local porque tiene una estética muy cinematográfica. De hecho, cuenta con varios carteles relacionados con el séptimo arte. Así que en este establecimiento fue donde este fin de semana se pasaron horas y horas estos jóvenes, dándole duro a la cámara para grabar su trabajo. A muchos vecinos les llamó la atención ver a una especie de portero en la entrada del Charlot y, sobre todo, se quedaron a cuadros cuando se percataron de que había todo un equipo a su alrededor diciendo esto tan famoso de un «un, dos, tres, rodando».

Ahora, con el rodaje ya terminado, la intención de estos muchachos es montar cuanto antes el filme. De hecho, calculan que lo tendrán listo en un mes. A partir de ahí, y siempre dependiendo del resultado, se plantearán presentarlo a algún concurso. «Hombre, eso nos vendría genial, pero primero tenemos que ver cómo queda», señalaba ayer el director del trabajo.

Experiencia

Algunos de los jóvenes que se embarcaron en este proyecto audiovisual tienen experiencia ya en este campo. Trabajaron, por ejemplo, en películas como O Apóstolo y en series televisivas como Matalobos y Padre Casares. Si Santiago Caaveiro se encarga de la dirección, la producción es cosa de María Galdón, a cargo de la fotografía está Pol Cobas y Santiago Teijeiro se ocupa de las cámaras. Entre todos, y con muchas dosis de ilusión de por medio, tiran del carro de esta película que, por cierto, todavía no tiene nombre. Al parecer, están ya pensando en alguno, pero aún no hay fumata blanca al respecto.

Con este nuevo trabajo, lo que queda clara es una cosa. La comarca sigue siendo un caldo de cultivo de jóvenes con inquietudes cinematográficas. Véase el caso de Boiro, con una productora trabajando duro. O el de Noia, con un festival que se cuela en las grandes citas del séptimo arte gallegas. Un lujazo.