El problema por la gestión del cementerio de Carreira afecta a 1.300 familias

ribeira / la voz

BARBANZA

02 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El lío que hay en torno a la gestión del cementerio de Carreira -que da servicio a esta parroquia y a la de Aguiño- afecta a unas 1.300 familias, que son socias del colectivo Pax in Réquiem. Tras un fin de semana de reuniones convulsas, la situación que hay ahora es bastante complicada de entender. Resulta que la citada entidad, que es la que se encarga de todo lo relacionado con el camposanto y que tiene en propiedad el aparcamiento que hay junto a la iglesia, cuenta con dos directivas distintas.

Por una parte, están los directivos que llevan desempeñando su cargo desde hace casi cinco años, que aseguran que ellos siguen llevando las riendas del colectivo. De hecho, tienen prácticamente toda la documentación de la entidad. Sin embargo, por otra parte, está otro equipo de personas elegido el domingo en una asamblea convocada por el párroco, que también dice tener la potestad para tomar decisiones sobre el colectivo. En este caso, aunque el cura dijo ayer que ya se había elegido al presidente y a los demás cargos, todavía les faltan firmar actas. La intención del sacerdote es que lo hagan en breve y, acto seguido, informar por escrito tanto a los socios como a la vieja directiva de cómo está la situación.

Diálogo difícil

¿Qué va a pasar en el futuro inmediato? Parece difícil que vaya a haber diálogo entre las dos partes. De hecho, ambas parecen más inclinadas a dejar el asunto en manos de asesores legales que a hablar directamente.

De momento, la directiva que había hasta ahora, no la elegida el domingo, no tiene previsto convocar a los asociados. Primero quiere que los asesores legales digan qué puede hacerse y luego, antes de tomar ninguna decisión, sí llevarán el asunto a una asamblea. Mientras, la otra parte prevé también ir pasito a pasito. La pregunta del millón está clara. Y se refiere a si habrá reconciliación entre las partes. No en vano, estos problemas vienen de lejos y de momento no tienen visos de demasiada solución.