Camisas de once varas

ALICIA FERNÁNDEZ

BARBANZA

19 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Que son aquellas en las que por voluntad propia se mete alguien, a pesar de ser ajenas, y que le pueden traer más de un quebradero de cabeza. Esta semana nos ocuparemos de dos situaciones que pueden ir al pelo del famoso dicho, cuyo origen tiene su explicación en las ceremonias de adopción del Medievo.

Ya en su momento hablamos del Plan Director do Comercio presentado, a bombo y platillo como es normal en una época de abundancia, por la Diputación de A Coruña. En virtud del mismo, después de casi un embarazo y sesudos estudios, Rosana Pérez, a la sazón jefa del Turismo y Promoción Económica del despiporre provincial, presentó esta semana la solución del asunto: la creación de una Oficina de Apoio ao Comercio Local. Este bálsamo de Fierabrás lo aplicarán 4 personas -¡súmense a los tropecientosmil!- en una oficina en Boiro (nada se aclaró del método de selección). Pero lo que tiene más bemoles es la finalidad «ser o cordón umbilical entre o sector e os distintos gobernos» para coordinar a autónomos y Administraciones ¡Toma ya! Lo único que hay que coordinar -y para esto no hacía falta gastar un euro- es a las Administraciones, para que no sigan siendo el mayor lastre de cualquier comerciante. Para que no pongan trabas estúpidas, impuestos injustos o normas alambicadas. Que faciliten las gestiones, que la concesión de ayudas sea objetiva o que no jueguen descaradamente a favor de la gran distribución. Incluso, fíjense en la desesperación, los comerciantes se conformarían con que no ayuden pero que no estorben. Para remarla, en la misma presentación, reconocen que la Diputación no tiene competencias en el asunto. Entonces de que se trata, ¿de crear un nuevo chiringuito?

Para la segunda camisa nos vamos a Boiro. Muchas personas se preguntan estos días por allí a qué responde la actitud del presidente de la ABE en el asunto de la tala de dos árboles realizada por el Concello de Boiro en la zona de Barraña. Uno de los árboles constituía un serio obstáculo para la circulación, además de levantar el asfalto con sus raíces. De hecho, pocas personas entendieron en su día que una vía tan transitada, da servicio a la mayor playa del municipio, quedase obstruida no por un roble milenario o un olivo centenario ¡por un pino! Que todavía hay unos cuantos en el municipio. El otro árbol, según el Concello, representaba un peligro pues amenazaba con venirse abajo. Pero al margen de estas razones, que parecen más que aceptables, no se entiende demasiado el papel de organización ecologista radical que se quiere asumir por la dirección del ente empresarial. Menos todavía el elevado tono empleado en las declaraciones públicas con calificativos algo fuera de lugar para una cuestión que, en el peor de los casos, no debiera tener tanta trascendencia. O como decía una amiga, puede que la baronesa Thyssen haya hecho escuela en la localidad.

Les deseo a todos una Feliz Navidad en compañía de familia y amigos.