El pósito de Portosín acusa a la Xunta de incumplir promesas sobre inversiones

Jose Manuel Jamardo Castro
J. M. Jamardo RIBEIRA/LA VOZ.

BARBANZA

17 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Se han cansado de tanto esperar. Dirigentes de la cofradía de Portosín están hartos de promesas. El vicepatrón mayor, Gerardo Bazarra, acusó a Portos de Galicia de incumplir sus promesas de puesta en marcha de varios proyectos en el muelle de la localidad. Incluso denunció que todavía les deben dinero de las reparaciones efectuadas en las dependencias de la nueva lonja.

Y es que el representante del cabildo enumeró un buen número de «promesas por parte da Administración das que aínda non sabemos nada».

En primer lugar, Bazarra hizo mención a que desde la Xunta les comentaron hace tiempo que tienen aprobada la ampliación del espigón del club náutico de la localidad. La actuación consiste, según explicó, en construir 75 metros más con la finalidad de proteger el puerto de los vientos del norte.

Pero lo que más está indignando a los responsables de la entidad marinera es el estado actual de los pantalanes de artes menores, según reconoció el vicepatrón mayor. Bazarra comentó que dichas instalaciones están en muy mal estado e incluso es la propia cofradía la que lo está reparando. «Hai tres anos que está aprobado modificar o pantalán, e incluso comprometéronse a arranxalo no mes de setembro», subrayó.

Casetas

En la lista de promesas incumplidas, desde el pósito de Portosín también hacen mención a la construcción de casetas para los armadores. En este sentido, Gerardo Bazarra dijo al respecto que hace algo más de dos años, desde la Xunta les pidieron la documentación de los barcos que había censados para iniciar su construcción.

Otra cuestión que les molestó, y mucho, fue la concesión, a un particular, del edificio del antiguo taller de Racomar. Bazarra dijo al respecto que ellos pretendían alquilárselo a Portos para guardar las redes de los cerqueros, pero desde la Administración gallega «adxudicáronlle as instalacións a quen eles quixeron. Nós queriamos ese local porque no peirao non temos sitio para nada e está todo moi saturado».