Arranca un plan de regeneración del monte en Muros y Boiro para paliar los efectos de los incendios

J.?M.?Sande MUROS/LA VOZ.

BARBANZA

19 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Un proyecto de regeneración del monte puesto en marcha por la Consellería do Medio Rural permitirá paliar los efectos de los incendios sufridos este verano en Boiro y Muros. El objetivo de este plan que acaba de arrancar en los montes de estos municipios es que las cenizas que quedan en el terreno no lleguen al mar.

De esta forma, los bancos marisqueros de los arenales de A Virxe do Camiño y Boiro, así como polígonos de bateas de las ensenadas de Muros y Arousa no padecerán los trastornos derivados de la emisión al mar de las cenizas. La Consellería do Medio Rural ya ha comenzado con las tareas de protección, asentamiento y regeneración de la superficie afectada por las llamas.

Técnicos forestales idearon un programa de intervención en las zonas de monte quemadas, consistente en la siembra de gramíneas, asentamiento y fijación al suelo. Se hace mediante el esparcimiento de heno sobre el grano sembrado, la creación de bancadas de protección para el agua de la lluvia y, posteriormente, la tala de árboles, matorrales y tojos quemados.

Evitar la erosión

La mayoría de estas especies, especialmente las no maderables, se depositarán en bancadas en el propio lugar donde brotaron, para evitar el arrastre de la ceniza y la capa de tierra quemada, impidiendo así la erosión ocasionada por las lluvias.

Con esta intervención se persigue una doble finalidad: por un lado, impedir la destrucción de la capa productiva del monte, que sería arrastrada por las primeras lluvias del otoño, especialmente si estas llegan de forma torrencial; y, por otra, evitar que tierra y ceniza lleguen a los fondos marinos próximos a las zonas arrasadas por el fuego, ya que esto produciría la mortandad de los bivalvos existentes en dichas áreas. Esta actuación ya se llevó a cabo con éxito en diversas zonas gallegas donde la orografía montañosa favorece la proliferación de regatos con mucho torrente en los montes. Es lo que sucedió cuando hace cuatro años el fuego arrasó Monte Louro.

El período de fijación del terreno en estos lugares es muy breve, a lo cual contribuye la germinación de la hierba que brota de forma espontánea, o la que se pudiera sembrar, como acontece con el proyecto emprendido por la dirección xeral de Montes en Boiro y Muros.

Así, en zona forestal de Costa Grande, perteneciente a la comunidad de montes de Serres, ya se iniciaron las labores de siembra de hierba y de fijación y preservación de la capa superficial de las zonas quemadas. En el caso de los montes de Boiro, se están realizando unas labores similares desde hace unos días.

El presidente de la comunidad forestal de Serres, Manuel Fernández, valoraba positivamente el inicio de estas labores al decir: «Se temos a sorte de que en quince ou vinte días non chova con forza, evitarase a erosión dos montes queimados, e así será doado recuperar a capacidade produtiva forestal dos mesmos».

Proceso largo en Boiro

En el caso de los montes muradanos quemados durante este verano, estos trabajos concluirán en un breve plazo de tiempo, ya que la superficie quemada en los mismos no excede de las sesenta hectáreas.

Por lo que respecta a Boiro, la tarea es más ardua, ya que fueron unas quinientas hectáreas las afectadas por las llamas. Aunque, según indicaron técnicos forestales, no se pretende intervenir con esta acción en toda la superficie ardida, sino únicamente en las zonas de monte de mayor pendiente. El motivo es que estas son las áreas donde el proyecto se considera más eficaz.