Vuelta a empezar. Las aguas han quedado revueltas después de que el Claustro rechazase la aprobación de los nuevos Estatutos de la Universidade de Santiago. Así, mientras que el rector, Senén Barro, aludió a la desmovilización de los claustrales como causa principal de la paralización del proceso de aprobación, desde otras plataformas universitarias hacen una lectura muy diferente.
Los más críticos son los de Universidade Aberta. Su portavoz, Elias Torres, calificó de excepcional que, por primera vez en 25 años, la Plataforma Universitaria Progresista (PUP) no fijase una posición de voto a la totalidad del texto. «Pola mañá si que se presentaron os claustrais necesarios para a maioría absoluta», recordó Torres. «Se todos os que se pronunciaron antes da votación anunciaron o si e os Comités non foron votar, habería que ver quen decidiu votar non». En la primera vuelta, fueron 38 los que optaron por rechazar el texto de los nuevos estatutos.
Por su parte, la PUP emitió un comunicado en el que explica por qué dio libertad a sus miembros a la hora de emitir su voto. Fue por «respecto ao traballo dun bo número de persoas xenerosamente implicadas neste proceso e atendendo asemade ás distintas sensibilidades dos membros da PUP sobre varios dos temas obxecto da reforma». De todos modos, dejan claro que el texto «é mellorable, segundo fomos deixando constancia na defensa das enmendas». Y traslada una reflexión a la comunidad universitaria: «A participación dos claustrais non foi suficiente. Debemos analizar se foi por unha falta de motivación con respecto á reforma estatutaria ou se é consecuencia dun problema de desmobilización social».
Por su parte, Miguel Bastos, portavoz de los socios de gobierno de Barro, la plataforma conservadora Converxencia Universitaria, lamentó el resultado de los votaciones y aludió a que el hecho de limitar las competencias del Claustro está haciendo que los miembros pierdan el interés por acudir a las sesiones. «Estase baleirando de contido», explico Bastos, una reflexión que también compartió Elias Torres, quien achacó los resultados a la posición de «minoría» en la que se encuentra actualmente el equipo de gobierno. «Por iso non queren someterse á moción de confianza que reclamamos despois de que provocasen a nosa saída do goberno», aseveró el portavoz de la plataforma nacionalista.
Comicios adelantados
«A Universidade está tocada», sentenció Torres, antes de repetir que es necesario convocar ya elecciones y no esperar a mayo, cuando termina el último mandato de Senén Barro, ya que «é unha situación grave dar este espectáculo».
Mientras, Converxencia Universitaria juega ya con la posibilidad de presentar una enmienda para su debate en el Claustro en la que se pide, de nuevo, el cambio del sistema de elección del rector. Lo harán si el proceso de redacción y aprobación, que debe comenzar de nuevo, se retrasa más allá de mayo, puesto que el contexto cambiaría al no tratarse ya de época preelectoral.
También Universidade Aberta plantea la posibilidad de que el proceso no se cierre a tiempo. La fecha límite es el 14 de abril del 2010, tal y como apuntó Elias Torres, quien también mostró su preocupación por el hecho de que llegados a este punto sea el Consello de Goberno el que tenga potestad para dar luz verde a los acuerdos necesarios que permitan adaptar los actuales Estatutos -que datan del año 2004- a la modificación de la Ley Orgánica de Universidades del 2007. «A cuestión é que debera ser o Claustro o que fixera isto, e ademais no Consello de Goberno sempre terá maioría o equipo reitoral».