Aunque sabe que en estos días es difícil mantener un negocio propio, Rosa Ríos trabaja con ahínco para que el suyo salga adelante.
-¿Cómo se presenta el futuro para un negocio como el suyo?
-Si hoy en día ya es complicado, en el futuro será imposible y más con la subida de los impuestos que el gobierno quiere hacer. Las pequeñas empresas estamos abocadas a un cataclismo.
-También será difícil porque cada vez hay más competencia, ¿no?
-Hay una gran invasión de mercados orientales. Muchas de las empresas de zapatos españolas tienen que cerrar porque en cualquier mercado encuentras zapatos por 5 o 10 euros.
-Con este panorama, ¿ha pensado en abandonar?
-Muchas veces. Siempre se te pasa por la cabeza que hay mucho riesgo, pero después me pregunto: ¿Y qué hago yo ahora? Así que aquí continúo.
-¿Qué tipo de zapatos ofrece?
-De todo, y el 90% es de piel. Son productos nacionales de calidad, que no se pueden comparar con los de los mercadillos.
-¿La moda también se impone en el calzado?
-Mucho. A la hora de comprar un zapato, la estética pesa más que la comodidad. A la gente le gusta sentirse guapa y quiere eso aunque se destrocen los pies.
-Los jóvenes serán los que más se dejan llevar, ¿no?
-Hay de todo, pero en general la juventud lleva zapato de fantasía.