La ubicación del polígono crispó el pleno de Porto do Son

BARBANZA

01 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Llegar hasta el salón noble de O Son era más que difícil anteayer. En las escaleras de la casa consistorial empezaba el atasco; vecinos y vecinos esperaban a que empezase el pleno. ¿A qué venía tanto revuelo? A tenor de los comentarios del respetable, la mayoría de los asistentes quería saber qué va a suceder con la ubicación del polígono. Aunque en el orden del día no figuraba, era un secreto a voces que el gobierno local iba a presentar una moción de urgencia ante la petición de los empresarios para que la corporación respalde que el parque industrial se instale en Nebra.

Y así fue. Tras varios puntos con escaso debate, el Partido Popular presentó su escrito, en el que se pide a los concejales que, ante las controversias de los últimos días -hubo quejas de algunos vecinos- , se apoye la ubicación del polígono en terrenos de la concentración parcelaria de Nebra.

Además de leer la moción, el alcalde, Manuel Tomé, dio todo tipo de detalles al respeto. Dijo que le habían llegado unas firmas en contra de la ubicación prevista, pero que nadie había hablado con él al respeto. También recordó que el lugar no se eligió al azar, sino que incluso se hizo un estudio de viabilidad que costó 25.000 euros, y que los técnicos consideran que la citada opción es la mejor. Lanzó pullas al BNG al que, indirectamente, acusó de estar detrás de las quejas vecinales.

Muy crítico

El socialista Ramón Quintáns habló en la misma línea que el regidor. Sin embargo, fue mucho más crítico con la actitud de la nacionalista Ánxela Franco. La acusó directamente de obligar al Concello a gastar 25.000 euros «e por riba, como non lle gusta o que din os técnicos, agora tampouco lle vale o estudo feito». Y también le echó en cara que su partido sacase una publicación sembrando discordia sobre la ubicación del parque.

Tras el chorreo de acusaciones, llegó la hora de escuchar a la aludida. Franco dijo que no va «deixar desamparados aos veciños de Nebra» y criticó que no se expusiesen los planos con las afectaciones en la parroquia. También montó en cólera porque el alcalde dijo que la superficie de tierras afectadas se había reducido: «Resulta que vostede ten un documento aí e nós temos que votar sen coñecelo», señaló.

Finalmente, y tras muchos minutos de tensión y acusaciones personales, PP, PSOE y AVS sumaron fuerzas, dejando arrinconado al BNG, y sacaron adelante la moción en defensa de lo dicho por los empresarios.

Eterno debate

Por si con el polígono había habido poca algarada, casi al final del pleno salió el eterno tema de la discordia: el urbanismo. La oposición, sobre todo el PSOE, echó en cara al alcalde que se dedique a paralizar obras «sen os informes pertinentes». Y el regidor llegó a decir que si se demuestra que tiene «dubidosas actuacións» en cuestiones urbanísticas presenta la dimisión de forma inmediata.

Para poner el broche de oro a un pleno crispado, habló el público. Un propietario de Nebra reclamó por la ubicación del polígono; un hombre en silla de ruedas suplicó por un camino para que la ambulancia llegue a su casa y un abuelo alertó de que su nieto acabó con los dientes rotos por las piedras que hay en el patio de un colegio. El reloj pasaba ampliamente de las doce cuando se acabó el pleno.