Manuel Lorenzo Otero pertenece a una estirpe de músicos que recientemente recibieron un homenaje, con motivo del treinta aniversario de la banda del centro cultural y deportivo de Taragoña. -¿Qué ha sido para usted la música? -La música ha sido para mí una auténtica forma de vida. Tuve que emigrar a América porque aquí no había perspectivas para ir tirando. -¿A qué país emigró? -Estuve en Buenos Aires 28 años, en una banda y en otros oficios. Toda una vida. Ahora tengo 81 años. -¿A qué edad empezó? -A los 14 años ya estaba yo tocando en un grupo profesional. -¿Qué instrumento tocaba usted? -El clarinete, el acordeón o el piano. En mi familia fueron músicos mi padre y todos mis hermanos. -¿Cuál es su autor favorito? -No puedo decir ningún autor porque todos me gustan. Cada uno con su estilo, según cada momento. -¿Para qué sirve la música? -La música es buena para todo el mundo y a todos nos gusta Se goza, pero también se sufre, cuando las cosas no salen bien, uno lo siente. -¿Cuál es su opinión sobre el homenaje que le tributaron? -Ha estado muy bien el concierto protagonizado por la banda infantil de Taragoña. Me han gustado mucho todos los actos.