Las villas de Rianxo y Padrón estrecharon sus lazos de amistad

A. Hevia CORRESPONSAL | RIANXO

BARBANZA

HEVIA

Piñeiro y Villamor recordaron los trágicos momentos vividos a causa de los incendios La comitiva del municipio del Sar visitó la exposición sobre la canción «A Rianxeira»

12 sep 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

UN DIVERTIDO CONCURSO PARA PILOTOS. Devolviendo la visita que los responsables del gobierno rianxeiro realizaron a Padrón durante las fiestas de Pascua, los organizadores de la Guadalupe dedicaron la jornada de ayer al municipio del Sar, una tradición que se repite todos los años en estas fechas, para estrechar los lazos de amistad y mantener el hermanamiento de ambas localidades. Un entierro de un primo del presidente de la comisión de fiestas, Ramón Iglesias, retrasó hasta las 18.45 horas la recepción a las autoridades padronesas, prevista en un principio para las seis de la tarde. Tras un encuentro en el salón de plenos de la casa consistorial, los alcaldes de Rianxo y Padrón, Pedro Piñeiro y Jesús Villamor, respectivamente, realizaron la tradicional ofrenda floral frente a los bustos de Rosalía de Castro y Castelao, al tiempo que la banda municipal de Lalín interpretaba el himno gallego. Durante la recepción oficial, Villamor lamentó la ola de incendios de este verano, un problema que, según dijo, tendrán que estudiar los responsables de Medio Ambiente. Igualmente, Piñeiro resaltó el sufrimiento vivido durante los fuegos, y abogó por una nueva política forestal. Tradiciones seculares La delegación padronesa que encabezaba Jesús Villamor estuvo conformada también por los ediles populares Ramón Rey, Ángel Vázquez y Alfonso Rivera. Este último fue el encargado de llevar el pendón con el escudo de la villa, según un privilegio real concedido por Carlos IV en el año 1837. Por parte de la oposición acudieron los independientes Serafín González Fraiz y Eloy Rodríguez, así como los socialistas Camilo Forján y José Rey, además del nacionalista Octavio Sánchez. Junto a ellos estuvieron también los maceros, unos personajes ataviados con trajes del siglo XIX que siempre dan un toque pintoresco al acontecimiento. A continuación, ambas delegaciones se acercaron a la casa de cultura Cuartel Vello para ver la exposición sobre A Rianxeira, un germen del futuro museo que se pretende abrir en la villa en homenaje a la canción gallega más popular de todos los tiempos.