La sentencia del caso Fórneas constata descontrol contable

Chechu López RIBEIRA

BARBANZA

Asegura que los recibos incobrados se acumulaban en cajones El acusado aportó pruebas que no figuraban en las auditorías

14 abr 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

La sentencia de la Audiencia Provincial que absolvió a Jesús Fórneas de un delito de malversación de fondos públicos, constata que en el período evaluado existía un desbarajuste administrativo y contable tal en el Concello de Boiro que no había un control depurado ni de los documentos entregados al recaudador para su gestión, ni de los recibos que devolvía incobrados «que se acumulaban en cajones sin más», hasta el punto de que algunos aparecieron después de que se realizase todo el proceso. El jurado popular no encontró pruebas evidentes de que el acusado malversase caudales públicos. En este sentido, la sentencia precisa que la credibilidad de los informes era dudosa, dado el amplio periodo auditado y la falta de documentación fiable y plena. El documento añade que para pronunciarse a favor de una condena sería preciso que esas dudas se hubieran disipado con claridad. Y que ni siquiera la sentencia del Tribunal de Cuentas en que se basó el alegato de la fiscalía fue suficiente para esos fines, pues para el jurado han existido documentos e informes no tenidos en cuenta, y no es vinculante, «pues la responsabilidad contable es distinta de la penal e incluso de la civil». Informes parciales Las dudas del jurado aumentaron por la parcialidad de los informes presentados, no coincidentes. Como casos extremos señaló el elaborado por el funcionario Severino Abalo, que fija un alcance de 300.545 euros y el elaborado inicialmente por Nieto Lago según el cual el ex recaudador sería acreedor del Concello por 54.000 euros, y la sentencia del Tribunal de Cuentas que la situó en 158.927 euros. El tribunal también fundamentó su decisión en las contradicciones de los testimonios de los funcionarios del Ayuntamiento, aunque en la motivación del veredicto no las explicaron. Pueden estar relacionadas con el contenido de los informes y las funciones desempeñadas por cada uno: el secretario dijo que Novo Lijó actuaba como interventor municipal, y éste lo negó. La aparición de pruebas favorables al acusado que no aparecían en las auditorías ni en el informe del Tribunal de Cuentas provocó más dudas. Se trataba de una relación de recibos firmados por el secretario e informes periciales, amparados sobre todo en ingresos bancarios, que no figuraban en los informes del citado tribunal.